Nunca he sido una gran fan del maquillaje: siempre he usado lo mínimo porque prefiero mi rostro al natural, un poco de máscara de pestañas, sombra y listo, casi nada de base porque en las mañanas la loción que predomina es el factor solar. Es raro que no me llame tanto la atención el rubro, ya que mi trabajo está ligado 100% a la cosmética,; sin embargo, hay algo que definitivamente no puede faltar en mi rutina de belleza mañanera: el corrector de ojeras.
¡Es tan milagroso! Me encanta este invento; creo que es necesario contar con uno para tu tipo de piel, ya que el cansancio o el trasnoche no se pueden ocultar solos, incluso el viejo truco de la cuchara congelada no siempre te deja victoriosa.
Igual, recuerden que luego de aplicarlo deben sellarlo con polvos compactos acompañados de una buena brocha, así la duración es más larga. Es increíble cómo te cambia la cara cuando te pones un poco de este líquido mágico (hay otros formatos pero el que más me gusta es el líquido, es más efectivo, al menos para mí).
El maquillaje se creó para ayudarnos pero no para abusar de él, aunque no podemos negar que en varias ocasiones tiene el poder de hacernos explotar nuestra belleza. Hay días en los que un toque de estos inventos nos hace lucirnos más de lo normal, ¿no creen?
¿Y tú, tampoco puedes estar sin tu corrector de ojeras?