Los pies son una de aquellas partes de nuestro cuerpo que muchas veces dejamos de lado por priorizar otras zonas que, aparentemente, son visibles con mayor facilidad tanto por nosotras mismas como por los demás. Y es cierto, la verdad es que para muchas de nosotras, basta con tenerlos limpios y cortarnos las uñas, porque no hay tiempo para mucho más, o simplemente porque no les damos la importancia que merecen.
Debemos entender que, ante todo, nuestros pies son los que nos llevan a todos lados, y son los que cargan con todo el peso de nuestro cuerpo. Merecen darles mayor cariño, aunque sea de vez en cuando. Y en verano es cuando más sufren, pues al reemplazar los zapatos y zapatillas por sandalias, los pies entran en contacto directo con la tierra, y se resecan con mucha facilidad. Es en esta época del año cuando más atención debemos dedicarles, por lo que les enseñaré como hacerlo sin invertir mucho tiempo ni dinero.
Como primera medida, debemos adquirir cuanto antes una piedra pómez. Son muy baratas y fáciles de conseguir, además que duran muchísimo, y nuestras madres y abuelitas las usan por una razón, créanme. En la ducha, con jabón, podemos utilizarla a diario para exfoliar y limpiar nuestros pies, en especial cuando hemos andado descalzas por la casa y nuestras patitas se han ensuciado. También puedes adquirir una escofina para pies que te ayudará a eliminar durezas y suavizar la piel.
Pero un truco infalible que yo suelo llevar a cabo al menos una vez por semana, es el de aplicar vaselina o crema en los pies antes de acostarme, y luego enfundarlos en calcetines. Tal vez les parezca terrible, dado que estamos en época de calor y no deseamos tener los pies cubiertos, pero no es para tanto, si pensamos que esto será solo por una noche y nos ayudará a eliminar durezas pies. También es buena idea tratar de no llevar sandalias todos los días, para proteger los pies de las agresiones externas.
Otra técnica que deberíamos aplicar al menos una vez por semana es la de sumergir los pies en agua tibia, en especial después de una larga caminata, para deshincharlos y aprovechar de hidratarlos y eliminar durezas pies. A esta agua podemos agregarle sales de baño o algún jabón hidratante. Incluso podemos recurrir al enjuague bucal. ¡Sí! Así como lo leen, simplemente agreguen 1/4 de taza de enjuague bucal, 1/4 de vinagre blanco, 1/4 de agua caliente, y deja remojar tus pies en esta extraña solución por 15 minutos. Ayúdate con la piedra pómez de tu abuelita o con una lima para pies, para eliminar toda la piel muerta, luego enjuaga y seca. Termina tu sesión de spa casero aplicando crema o vaselina y usando unos calcetines durante toda la noche. Amanecerás con unos pies muy suaves.
Ya ves que para eliminar durezas pies y mantenerlos suaves, hidratados y bonitos, no necesitamos recurrir a una costosa pedicure o productos especiales, simplemente debemos dedicarles un par de días a la semana y los cuidados necesarios para lucirlos hermosos todo el año.