Un lunar puede ser el toque perfecto de sensualidad para un rostro. Lo hemos visto con Cindy Crawford y con nuestra Mane Sweet. Pero muchas veces los hacemos tan parte de nuestra piel, que olvidamos cuestionarnos si son normales. ¡No queremos alarmarte! Aquí te enseñaremos cuál es la importancia de revisarlos cada cierto tiempo y acudir a un profesional para que te guíe.
Es importante que sepas que tenerlos es totalmente común. Éstos se producen cuando las células de la piel crecen en un lugar rodeado por otro tejido. Lo normal es tener entre 10 a 40 lunares en nuestro cuerpo. Es importante que te los cuentes, que alguien te ayude, porque no todos los puedes ver. También debes tener ojo, porque pueden ir cambiando su apariencia a medida que el tiempo pasa.
¿La forma? Son redondos u ovalados, pueden ser planos o elevarse un poco. Los colores suelen ser rosa o café (siempre de un solo color, si combina dos anda a ver un profesional). ¡Recuerda! No deben superar los 6 mms de diámetro.
Si crees que el tuyo es un lunar anormal y que debe ser revisado, tienes que considerar: la asimetría (si la textura es diferente en el mismo lunar), los bordes (si son irregulares es un agravante), el color (si es diferente en el mismo lunar o está rojo, blanco o azul es preocupante), el diámetro (la mancha supera los 6 mms de diámetro) y la evolución (si el aspecto sigue variando al pasar el tiempo).
Un lunar no tratado puede ser el comienzo de una grave enfermad. Por lo tanto, es importante que conozcas tu cuerpo y sus imperfecciones, sepas cómo son tus lunares y cómo se deben ver si están sanos. La Sociedad Estadounidense de Oncología hace hincapié en que la revisión de lunares debe ser cada 3 años si tienes entre 20 a 40 años de edad. Después debes revisarte cada un año.
¡Revísate y consulta con un profesional!