"El acné puede ocurrir cuando los poros se congestionan con células muertas de la piel y aceite. Las bacterias que se encuentran normalmente en la piel, también pueden entrar en el poro congestionado. Existen diferentes tipos de acné y uno de esos tipos es el comedón. Esto es un tapón de sebo en el folículo capilar. Pueden ser tanto puntos blancos cerrados, como puntos negros abiertos que no están inflamados o infectados."
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Debajo de la piel se ubican las glándulas sebáceas, cuya función es secretar una sustancia aceitosa denominada sebo, a través de los folículos capilares, que son sus conductos excretores. Esta sustancia mantiene humectada la piel y el cabello, y cuando se encuentra en cantidades excesivas obstruye los poros, los cuales son la proyección de los folículos capilares hacia el exterior de la piel.
Para tratar de eliminar el exceso de sebo los poros se dilatan, permitiendo la entrada de las células muertas de la piel y a la suciedad del ambiente. Debido a esto se forman los comedones. Las personas con piel grasa son más propensas a desarrollarlos, y también suelen presentarse con frecuencia en adolescentes y embarazadas, debido a los cambios hormonales en el cuerpo, que provocan variaciones en la producción sebo.
Estos "granos" aparecen frecuentemente en el rostro y la espalda, ya que es donde hay un mayor número de glándulas sebáceas.
Existen cuatro tipos de comedones :
- Microcomedones : Son muy pequeños y no son percibidos por el ojo humano.
- Puntos negros : Son comedones de color negro formados en un poro abierto. Su color se debe a la melanina de las células muertas de la piel, un pigmento que le confiere el color al pelo, ojos y piel del cuerpo.
- Puntos blancos: Estos comedones obstruyen completamente al poro y evitan que se abra para liberar las impurezas.
- Macrocomedones : Son puntos negros de 2 o más milímetros de diámetro.
La forma correcta de reaccionar frente a un comedón, es no tocarlo ni apretarlo y evitar su contacto con cualquier tipo de suciedad para impedir que aumente la inflamación del poro. Mantener la higiene de la zona es primordial para detener la evolución de la obstrucción.
Para disminuir los comedones, se recomienda utilizar maquillaje libre de aceite y lavarse la cara dos veces al día con jabón hipoalergénico y agua tibia. También está comprobado que quitar los productos con alto contenido de grasas y azúcares de la dieta, regula la función de las glándulas sebáceas.
Esta afección cutánea se puede tratar de forma farmacológica con medicamentos recetados por un dermatólogo, para disminuir la producción de sebo. Además pueden administrarse hormonas en forma de anticonceptivos por ejemplo, para regular el desequilibrio hormonal y se pueden utilizar lociones para remover los excesos de sebo de la piel.
En los centros especializados de estética, existen tratamientos para remover los comedones y luego cauterizar los poros para evitar su reaparición. Además en el mercado existen diversos productos como mascarillas, geles, y cremas para quitar puntos negros y blancos. Sin embargo, esto no elimina la raíz del problema y solo se recomienda como complemento a un tratamiento médico.