Siempre estamos preocupadas por las arrugas de la cara, las estrías o la celulitis. Pero hay un sector que olvidamos y que es igual de importante que el resto de nuestro cuerpo. Es mucho más sensible la piel de estas zonas, pierde elasticidad e hidratación con bastante facilidad.
¿Qué podemos hacer?
Aplicar agua fría siempre ayuda para la firmeza de la piel, como también los es con la celutitis.
Pon miel en las arrugas y deja actuar durante 20 minutos. Sabemos que este producto tiene propiedades regenerativas, por lo tanto es ideal para nuestra piel y sus irregularidades.
Mantener una buena postura es un hábito que necesitamos incorporar en nuestra rutina. El sentarnos mal, encorvada, hará que nuestro cuello y escote no se estire en su esplendor.
Las cremas exfoliantes una vez a la semana, ayudarán a tener la piel hidratada y bonita. Un buen cuidado implica buenos resultados.
Por último, hay que tener cuidado con los cambios bruscos de peso.
Si sigues estos pasos constantemente, la piel de tu cuello y escote no ser verá tan afectada por las arrugas y el paso del tiempo. Cuida toda tu piel de manera uniforme y no te centres sólo en tu cara o piernas. Tu piel necesite el mismo cuidado en todas partes.
Imagen CC Hans