Nos cubre de pies a cabeza y sus funciones van más allá de brindarnos abrigo, de allí la importancia de cuidarla la piel en toda su extensión, en especial cuando es propensa a mostrar los molestos síntomas de alergia. Los agentes externos a los que se encuentra expuesta a diario: bacterias, químicos, altas o bajas temperaturas, son los principales causantes de las reacciones alérgicas.
Los expertos dicen que el origen de la dermatitis de contacto o piel alérgica se encuentra en el sistema inmunológico y que se trata de una reacción individual que puede producirse repentinamente o después de meses de exposición a alguna sustancia o agente.
Picor, zonas rojas e inflamadas, descamación, tirantez, ampollas, sensación de calor o sensibilidad a los rayos solares, son algunos de los síntomas que tendrás si tienes este tipo de piel. ¿Es posible prevenirlos? La respuesta es sí. Tengo varias amigas que han descubierto cómo cuidar la piel alérgica y cada vez que se reúnen dedican varios minutos para intercambiar consejos para cuidados de la piel con alergia:
1. Busca un diagnóstico
Existen diferentes tipos de piel: normal, seca, grasosa y mixta; la seca es considerada también como piel sensible porque debido a su baja producción de sebo carece de la barrera protectora necesaria para protegerse de los agentes irritantes y los alérgenos. Si sientes que tu piel pica o se enrojece en ciertas áreas, es importante que acudas a un dermatólogo para determinar si solo se trata de sensibilidad o de alergia.
2. Evita los baños prolongados
Luego del diagnóstico, lo más seguro es que el especialista te indique cómo debes cuidar la piel alérgica, lo que incluye evitar los baños prolongados y con agua caliente, se recomienda el uso de jabones neutros o elaborados con glicerina. Al secar la piel evita frotar con intensidad. La piel alérgica se caracteriza por presentar episodios intensos de comezón, por eso es importante que mantengas las uñas aseadas.
3. Usa productos para piel sensible
En la piel alérgica se debe prestar especial atención a los productos (cosméticos, lociones, cremas, jabones, esmaltes de uñas, tintes de cabello) que utilizas para el cuidado y la higiene personal, estos deben ser los mismos indicados para pieles sensibles y dermatológicamente comprobados. Y como la mayoría de estas pieles presentan alto porcentaje de sequedad, es importante que apliques una hidratante entre dos y tres veces por día, para mantenerla lubricada y prevenir la inflación o enrojecimiento, en especial en las zonas en las que se han producido episodios de alergia (manos, piernas, rostro).
4. Cuida tu alimentación
El ambiente, los alimentos, la ingesta de algunos medicamentos, el contacto con c sustancias o la exposición prolongada al sol, son algunos de los factores que pueden desencadenar una reacción alérgica en tu piel. En muchos casos, las reacciones alérgicas en la piel son producidas por el consumo de mariscos o nueces, de allí la importancia de cuidar tu alimentación e identificar si alguno de estos alimentos te produce algún efecto secundario.
5. Elige ropa ligera y suave al tacto
Si sientes comezón tras utilizar una prenda de vestir muy ajustada o elaborada con nylon, lycra o lana, entonces debes procurar usar ropa de tela suave al tacto y lo más ligera posible porque la idea es mantener la piel fresca. Para cuidar la piel alérgica también debes optar por el uso de detergentes suaves para el lavado de la ropa y con agua bien caliente; además, asegúrate de eliminar completamente los residuos de jabón.
Identificar y evitar las situaciones que causan alergia en la piel, es clave para prevenir nuevos episodios y para incrementar su cuidado. El nivel de rigurosidad que requieres para el cuidado de tu piel alérgica dependerá de su sensibilidad y de la recurrencia e intensidad de los síntomas. Acude a un especialista y busca apoyo o consejos de otras personas con piel sensible o alérgica.