Llegó el verano y sus altas temperaturas, acompañadas del sol y sus peligrosos rayos solares. Cada día se encuentran nuevas formas de problemas a la piel, manchas sospechosas y hasta lunares inofensivos que terminan siendo más graves de lo que se creía. Para cuidar la piel del sol, te sugiero tomar cartas en el asunto:
1. Utilizar bloqueador.
Suena lógico, pero lo mejor que puedes hacer, es que el bloqueador se vuelva parte de tu rutina. Intenta que tenga un alto factor de protección como +50. Esto no significa que te vas a tostar más, si no que te va a proteger por mucho más tiempo.
Luego de salir de la ducha y aplicar cualquier tratamiento a tu rostro, utiliza un bloqueador de tu elección y espárcelo concentrándolo en tu nariz y mejillas. Luego utiliza uno para el cuerpo y asegúrate de que esté bien distribuido y abarque todas las zonas que estarán expuestas.
2. Hidratar la piel.
Luego de un largo día, la piel también se cansa. Asegúrate de mantenerla hidratada con crema y de tomar mucha agua siempre (esto además evitará que te canses). Para mejores resultados, hidrata la piel tanto en la mañana como en la noche y notarás una gran diferencia.
Busca cremas especiales para cuerpo y para cara, y así será aún más efectivo.
3. Cubrir el rostro.
Una de las mejores formas de evitar manchas y arrugas en la cara, es mantenerla a la sombra. Por eso, busca algún sombrero que te guste (y que sea liviano para que no te dé calor) y no te lo saques mientras andes en la calle.
4. No descuides los labios.
Una de las partes del cuerpo que más exposición recibe a los rayos solares, es la boca. Los rayos UV pueden quemarte los labios y secarlos mucho. Por eso, siempre anda con bálsamo de labios cerca y evita los malestares.
5. Maquillaje con protección.
Si te maquillas todos los días, estás de suerte: cada año están saliendo más y más bases con protector solar incluido para cuidar la piel del sol. Esto no significa que no uses protector solar (ver punto 1), si no que estarás extra protegida cuando no encuentres sombra y te veas obligada a recibir los rayos.
Adicionalmente, se están creando polvos sellantes y fijadores en spray con factor, así que busca uno de esos para mayor protección.
6. Chequea tus manchas.
Puede que suene raro, pero si tienes lunares grandes o de colores extraños, preocúpate de monitorearlos. Anda al dermatólogo cada tanto (una vez al año está bien), para chequear que todo esté en orden y no sea necesario hacerte exámenes.
Y si sientes que algo se ve extraño (una mancha, un lunar o una peca), es mejor prevenir que lamentar.
No intentes hacer nada tú sólo, deja que un profesional se encargue.
7. Ropa veraniega que tape.
Aunque es impensable utilizar algo que nos tape mucho cuando hay 34 grados y se siente hasta hervir la piel, siempre es bueno andar con algo para taparnos las partes que se queman con mayor facilidad (como los hombros).
Busca algún tejido calado, que además permita transitar el aire para no morir de calor mientras te proteges.