Cuando llega marzo pasa esto: no se ha acabado el calor, pero se acabó el verano. Es decir, adiós vacaciones y tiempo libre, tenemos que volver a nuestras rutinas a como dé lugar así no tengamos muchas ganas, es la verdad.
Pero también queremos aprovechar como esos últimos impulsos energéticos de la temporada que se nos va, para volver a "ponernos en los papeles". Es decir, tratar de perder ese kilito que sumamos, hacernos algún arreglito en el pelo, en la piel. Lo que sea, y si es rápido ¡mejor! Pero como dicen las abuelitas, del apuro sólo queda el cansancio. Por eso, aquí te dejo las cosas que NO debes hacer para volver a tu rutina de marzo:
No te excedas con los scrubs: la playa y el sol pueden dejarte morena, pero la verdad es que el verano también nos deja con la piel más reseca, muchas veces hasta más que invierno. Y si bien los scrubs y exfoliaciones son una buena opción para remover impurezas y darle suavidad a tu cuerpo, el exceso sólo irritará tu piel y la dejará maltratada. Lo mejor es hacerte uno a la semana y si puedes, hacerlos con ingredientes naturales, como estos que te mostramos aquí, pues mucho mejor.
No hagas la dieta loca de la sopa, el limón con cayena, el detox de jugos: claro que te puedes sentir que tienes unos kilitos extra, o algo de inflamación en el cuerpo causada por todas las comidas -divinas- y traguitos -divinos también- que disfrutaste durante el verano. Y sí, esas dietas prometen villas y castillos, pero no son la manera de volver a la normalidad. Sólo te dejarán cansada, desanimada y deshidratada. Y aquí está la "magia" de esas dietas. No vas a perder ni un gramo de grasa. Lo único que pierdes es líquido, y claro, eso te dará la ilusión de perder unos kilos, pero que no son reales. Cuando vuelvas a comer con normalidad, puedes engordar el doble. Mejor adoptar nuevos hábitos más sanos que te ayuden a pelear contra esos kilitos de manera más natural y con calma.
No agarres todos los últimos rayitos de sol: es inevitable que pensemos que como se acabó el verano, a este sol y calor le queda poco. Si bien muchas van a agradecer que bajen un poco las temperaturas, la verdad es que nos encantaría quedarnos morenas y bronceadas todo el año. Pero la solución no es agarrar sol como si fuese la última vez que te broncearas en tu vida. Hacerlo con apuro, sólo te expondrá a quemaduras feas y peor aún, a un mayor riesgo de cáncer de piel. La mejor opción es tomar sol con calma, a las horas prudentes y tratar de alargar tu bronceado con estas técnicas que te explicamos aquí.
No te hagas todos los tratamientos para el cabello: es cierto, el pobre sufre harto con tanta exposición al sol, piscina y agua de mar (las que tuvieron suerte) y por supuesto que ahora lo sentirás un poco seco y quebradizo. Pero no tienes que correr a hacerte baños de crema o usar productos todos los días que sólo saturarán tu pobre cabellera. Lo mejor es armarse de valor, ir a la peluquería -de confianza de verdad- pedir que te corten sólo las puntas (por eso lo de la confianza) y hacerte una mascarilla capilar una vez a la semana. Así verás como tu cabello agarra vida poco a poco. También puedes probar estos tips que te dejamos aquí.
No caigas por el masaje de moda: esta es una fija, si estás inscrita a esas páginas de ofertas donde consigues oportunidades buenísimas -porque sí que las hay- por supuesto que van a saltar a tu mente todas esas de "masaje reductivo, pierde medidas al instante" que abundan en estos días. No lo tomes a mal, unos masajes son súper relajantes, pero el ejercer presión sobre la piel no quema grasa. Todos esos tratamientos donde te envuelven en plástico con cremas mágicas, lo máximo que harán es deshidratar un poco la zona y junto a la presión, claro que te dará la "ilusión" de que esas medidas bajaron. Pero no han bajado nada. Es una ilusión. Mejor deja los masajes relajantes para ya mitad de mayo, cuando ya la emoción de las vacaciones se haya ido por completo y antes de matar a tu jefe, mejor sentirte calmada y relajada.