Lo que hace a una mujer ser talentosa, es su actitud: Ser fuerte y apasionada por la vida. Katharine Hepburn es un símbolo de ese talento, y sin duda alguna ¡Un icono de belleza!
Orígenes
Katharine nació el 12 de mayo de 1907 en Connecticut. Hija de una familia liberal, su madre era activista por el derecho de las mujeres a sufragar, y su padre promovía la prevención de las enfermedades de transmisión sexual.
Ambos le impulsaron desde pequeña a perseguir sus sueños sin límites, y eso fue exactamente lo que ella hizo: Inicialmente daba clases de historia, sin embargo se enamoró de la actuación empezando su carrera en pequeñas producciones de Brodway. A los 30 años, saltó al estrellato y alcanzó las nubes. De ahí no bajo durante las seis décadas que duró su carrera.
Actriz innata
Su carrera como actriz fue un éxito, siendo participe en conocidas películas clásicas como 'The African Queen,' 'Guess Who's Coming to Dinner' y 'On Golden Pond’, ganando además cuatro premios de mejor actriz en los Oscars. Esto sin mencionar que Katharine logró 12 nominaciones por otras películas en las que igualmente logró destacar.
Fue incluso elegida la mujer del año, ya que su actuación e ideales no pasaban inadvertidos.
Hepburn encontró el amor gracias a su carrera de actuación: Durante filmaciones conoció a su esposo Spencer Tracy, del que fue co protagonista en 9 filmes ya que ambos, con su química y compatibilidad, formaban el romance perfecto que se esperaba ver en las pantallas hollywoodenses de ese tiempo. Si bien el romance se mantuvo en secreto por años, ambos se casaron y su relación duro 27 años, hasta que Spencer murió de una grave enfermedad que Katharine cuido hasta el final. Pero la Hepburn también tuvo otro romance famoso: en los años 30 salió durante un tiempo con el excéntrico millonario Howard Hughes, relación que quedó plasmada en la película "El Aviador" protagonizada por Leonardo Di Caprio como Hughes y Cate Blanchett como Hepburn.
Actitud fuerte
En una década donde no era posible para las mujeres hablar y hacerse oír, ella se expresaba sin importar el qué dirán. Katharine era abierta de mente hacia las diferencias que veía desde su posición especial en el estrellato, y se involucraba los problemas que veía en el mundo tanto como podía.
Esto incluso le trajo problemas, desde las pantallas de Hollywood se comenzó a cuestionar su actitud, ya que se negaba a hacer roles donde se mostrará como mujer sumisa y tradicional, o a usar maquillaje todo el tiempo, dar entrevistas y aparecer en medios machistas.
Hepburn incluso se vio presa de repetidos escándalos donde desafiaba las convenciones sociales, siendo el más reconocido el referente a su vestimenta. Ella solía usar pantalones de tela todo el tiempo, lo que era considerado “poco femenino” por la prensa hollywoodense, y sus productores intentaban a toda costa que cambiara su modo de vestir. Ella se negó de una forma particular: Anduvo en el estudio de grabación en ropa interior, no permitiéndose usar algo más ya que “si obedecía todas la reglas, se perdería la diversión”.
Katharine era abiertamente activista, y su personalidad fuerte no le permitía guardarse sus controvertidas sus opiniones feministas acerca de cómo el rol de su género debía cambiar.
Belleza inigualable
Si bien la belleza de Hepburn es indudable, la actriz sobresalía aún más por su actitud independiente y su apariencia fuerte pero delicada. Aunque si algo se le hubiese criticado a la genial actriz en su tiempo, poco le hubiese importado gracias a su confianza en sí misma.
Katharine Hepburn murió el 29 de junio del 2003, a la edad de 96 años de una enfermedad neurológica con la que cargó por años, sin embargo, su legado es fuerte: Incomprendida en su tiempo, se convirtió en el ideal de la mujer moderna, inteligente, segura de sí misma e independiente. Esta era para ella, la mejor arma que se puede tener en un mundo machista. Hepburn demostró que ser llamada “excéntrica” es algo de lo que enorgullecerse si se tiene belleza, astucia y fuerza. ¡Un icono e inspiración!