Carey Hannah Mulligan Sidley es una actriz británica nacida el 28 de mayo de 1985 en Londres, Inglaterra. Su interés por la actuación despertó a la temprana edad de 6 años, después de ver a su hermano trabajar en una obra escolar. Si bien sus padres desaprobaron sus ilusiones artísticas, Carey persistió en su sueño.
Al cabo de un tiempo, la actriz británica consiguió una audición para un papel en la película Orgullo y Prejuicio (2005), audición que finalmente la llevaría a su debut en la pantalla grande a los 20 años de edad. En el año 2007 trabaja en My Boy Jack y, en el año 2009, consigue su primer papel protagónico en la película An Education. Esta interpretación le valió a Mulligan una nominación a los premios Oscar y logró ganar un premio BAFTA.
En el año 2010, Carey Mulligan aparece en la portada de Vogue USA vestida de Chanel Alta Costura y fotografiada por Peter Lindbergh. Ese mismo año, también, la actriz abandona su pelo color castaño para teñirlo rubio ice y cortarlo a lo pixie, optando por un estilo más hipster muy de moda en esos años y que, de paso, le quedaba espectacular.
En el año 2011, Carey coprotagonizó Drive y Shame, ambas películas con muy buenas críticas. En el año 2013, la actriz interpretó a Daisy en la cinta El gran Gatsby (cuyo vestuario fue diseñado por Miuccia Prada), papel para el cual había audicionado en el año 2010. Recibió la noticia de haber sido seleccionada mientras asistía a una cena de moda de Vogue en New York. Dentro de sus últimos films podemos encontrar Far from the Madding Crowd (2015) y Suffragette (2015).
Durante el año 2015, Mulligan volvió a su melena color chocolate y actualmente se encuentra disfrutando de su primera hija junto a su esposo Marcus Mumford, vocalista principal de la banda Mumford & Sons.
Carey, a diferencia de otras actrices, no destaca por un cuerpo exuberante. Más bien, la actriz británica sobresale como un ícono de la belleza por su dulce rostro y espectaculares vestidos. De aura cálida, Carey Mulligan es una de las mujeres que mejor se viste sobre la alfombra roja. Desde que se hizo famosa, sus apariciones sobre la red carpet han sido un completo y rotundo triunfo. Dentro de su repertorio encontramos hermosos Prada, Miu Miu, Vionett, Erdem, entre otros.
Hay que destacar que Carey sabe sacarse partido y que en sus apariciones públicas gusta mostrar tanto un estilo romántico como un estilo masculino. De esta forma, la actriz de 30 años se distancia de una imagen única y nos muestra cómo es posible lucir hermosas y elegantes más allá del look lady. Su gran sentido de la moda, su elegancia y su perseverancia hacen de Carey Mulligan un contingente ícono de la belleza.