Me encanta Cher, así que ya de entrada tengo que reconocer que quizá no sea tan objetiva al hablar de ella. Eso sí, yo recién vine a conocerla cuando salió su famosa canción “Believe” y las otras del mismo disco, cuando yo era una adolescente. Ya por esos años tenía más de 50 y parecía de 30. Sus numerosas cirugías han sido tema recurrente, pero a mí lo que me sorprende enormemente de ella, es que es la única mujer que he visto que se ha operado hasta el ombligo, y no se ve mal. Cher indudablemente fue siempre bella, con un cuerpazo increíble, y creo que no necesitaba las cirugías que se hizo, pero si la vemos hoy, a sus 69 años, aún impacta con su belleza, y ella ha reconocido abiertamente y sin tapujos que si se ha operado ha sido para mantenerse vigente como artista.
Cher, cuyo nombre en realidad es Cherilyn Sarkisian, nació en California, Estados Unidos. Saltó a la fama en los años 60 con el dúo Sonny & Cher, con quien además fue su pareja. Luego vinieron exitosos programas de televisión en los que ella fue la conductora con Sonny, e incluso probó suerte como actriz en varias películas, donde también le fue fantástico, llevándose incluso un Óscar para la casa por su papel de una viuda italiana en Hechizo de Luna.
Cher, quien fue la primera en mostrar el ombligo en TV abierta en Estados Unidos, siempre demostró irreverencia a la hora de vestir, irreverencia que mantiene hasta el día de hoy. Se ha atrevido con transparencias, grandes pelucas, tocados extraños, mucho brillo, como una verdadera diva, y no pretende cambiar su estilo por tener edad de abuela, pues está lejos de lucir como una, y su vida tampoco ha sido la de una mujer común. Analizar su look es otra historia, sólo decir que además de ser ícono de belleza, es un ícono indiscutible de la moda, ubicada a la altura de figuras como Marlene Dietrich o Greta Garbo.