La rosácea es sin duda un complejo problema, que nos lleva a enrojecer tanto como un tomate. Lo anterior lleva a una gran incomodidad para quienes la padecen, al no poder reducir ese indeseado rubor, que afecta no sólo a las mejillas, sino también a la nariz, frente y mentón.
Esta patología se produce por dilatación e inflamación de los vasos sanguíneos, siendo las mujeres de tez clara las más propensas a padecerla. Puede ser transitoria o persistente y frecuentemente incluye la aparición de granos o espinillas.
Para combatir este mal, la doctora Alejandra Ríos, dermatóloga y directora médica de Central Klinic, nos recomienda poner atención en el consumo de ciertos alimentos, tales como lácteos, tomates, porotos verdes, espinacas, paltas, plátanos, cítricos, chocolates, alcohol y bebidas calientes. A cambio, incrementar la ingesta de frutas agridulces, como la piña, frutilla, frambuesa, naranja, arándano y kiwi, además de verduras como zanahorias, betarragas y zapallos, cuyo aporte en vitaminas y minerales nutre los epitelios, ayudando a controlar esta afección.
Otro punto a considerar es que la rosácea también responde al estrés y al clima, medicamentos vasodilatadores y actividad física de mucho esfuerzo. Si bien no se puede curar, es posible controlar su evolución, para lo cual la dieta y fotoprotección son pilares esenciales. Es importante que tu bloqueador tenga FPS 30 o más, así como también que sea hipoalergénico.
El uso de cosméticos también tiene que ser muy cuidadoso, por lo que se recomienda utilizar limpiadores libres de jabón, con siliconas protectoras. En cuanto a la base de maquillaje, ésta deberá ser liviana, con filtro solar, no irritante, fácil de aplicar y remover. Las compresas de agua con manzanilla y sprays con agua termal también son de gran utilidad, dadas sus propiedades antiinflamatorias.
En cuanto a tratamientos, el más efectivo es el láser neodimio Yag, que se aplica en las zonas afectadas cada 15 o 20 días, ojalá en periodos de otoño - invierno. Puedes consultar más sobre el procedimiento en Central Klinic.
Y bien, ¿estás lista para cambiar tus hábitos y dejar de padecer la molesta rosácea?
Imagen CC Juliana Muncinelli