Nuestra piel puede ser categorizada en 3 tonos: neutro, frío y cálido. Quizás muchas de ustedes no le hayan tomado importancia a esto, pero en realidad saber qué tipo de piel tenemos nos ayuda a elegir mejor los productos que usamos, ya que hay colores recomendados para cada uno de estos tonos.
Lo primero que deberemos hacer para dar con nuestro tono de piel es determinar si tenemos un cutis moreno, aperlado, amarillo y si tenemos muchas manchas o lunares. Si te cuesta trabajo definirlo, pídele ayuda a distintas amigas para dar con el tono de tu piel.
Piel cálida
Quienes tienen este tipo de piel son aquellas que tienen un subtono amarillo y tu cutis puede verse de color hueso, amarillo, beige, más dorado, café-rojo o café-dorado. Para determinar si tienes este tipo de piel puedes también analizar tu reacción al sol: si te bronceas o tomas un color dorado entonces eres de piel cálida. Los colores recomendados para este tipo de piel son los naranjas, duraznos, cafés, chocolate, vino y hueso.
Piel fría
Son quienes tienen un subtono azul y el tono de piel puede verse blanco, café, rosado o chocolate. Si reaccionas ante el sol con rojez, entonces eres de piel fría. Otra manera de identificar tu tipo de piel es viendo tus venas, si éstas se ven azuladas entonces es probable que tengas piel fría. Los colores que mejor van con este tipo de piel son los colores brillantes y de tono azul, rojo sangre, rosados, fucsias, neutros y colores flúor.
Piel neutra
Si mezclas todas las características y no puedes determinar si tu tipo de piel es cálida o fría, puede que tengas el cutis neutro. Puede que tus venas se vean azules pero sientas que tu tono es más dorado, por lo que ahí es posible que tengas este tipo de piel. Los colores recomendados son los verdes, azules apagados, colores piedra, crema, gris y ciruela.
Y tú, ¿ya sabes qué tipo de tez tienes?
Imagen CC Pablo Daniel Zamora