Hacer dieta es pesado, nadie puede decir lo contrario. Y por eso es tan importante que en vez de pensar en eso, determines que "vas a cambiar tus hábitos". Porque si lo haces, no tendrás que hacer dieta más nunca en tu vida.
Lo que sí es indudable es que cuando queremos perder peso de verdad, hay más cosas de las que tenemos que estar pendientes. Por ejemplo, de recortar un poco nuestras porciones y reducir el número de "gustos" que nos damos a diario. Lo que pasa es que durante la época de celebración estos pequeños lujos están en todas partes y en particular existe uno que puede hacernos engordar, paralizando todos nuestros esfuerzos por pérdida de peso. Se trata de los tragos, cócteles, cervezas, vinos, pisco y demás bebidas alcohólicas que tomamos durante las celebraciones.
Cuando queremos perder peso en serio, tenemos que controlar es la ingesta de alcohol. Porque sí, tomar una copa de vino tinto puede ayudar a cultivar un estilo de vida saludable, pero cuando lo que quieres es "reducir tallas", hablamos de cosas más específicas y puntuales.
El alcohol tiene calorías vacías que son fácilmente metabolizadas como grasa. Porque el cuerpo no las utiliza como energía. Tu cuerpo usa las calorías que vienen de las proteínas, carbohidratos y grasas como fuente de energía para diversas funciones. Las proteínas y los carbohidratos tienen 4 calorías por gramos, la grasa 9. El alcohol tiene 7 calorías por gramo que se van a acumular como grasa más fácil que cuando te comes un helado.
El otro factor a tomar en cuenta es que es el hígado el que ayuda a quemar grasas, y también a limpiar todas las toxinas del cuerpo. Cuando tomas alcohol, la primera función de tu cuerpo va a ser esta última, dejando el procesamiento de los demás alimentos para cuando termine la limpieza. Esto hace que tu cuerpo acumule más grasa durante el periodo en que estás bebiendo. Y además, este proceso se extiende hasta 48 horas después de la fiesta. Así que no creas que tu cuerpo se pondrá en modo "quemar grasas" inmediatamente.
Y el otro problema que tenemos con el alcohol, es que nuestra fuerza de voluntad se ve disminuida al mínimo. Y así como te parece una buena idea mandar mensajes de amor al ex pololo que te dejó hace meses, te va a parecer una buenísima idea comer aperitivos de pan frito remojado en queso y tocino durante toda la noche. Es muy poco probable que pases las papas fritas y quieras comer brócoli hervido.
Y claro, no les voy a decir que no tomen nada durante las fiestas. Pero si lo hacen, tienen que estar consientes de lo que pasa en sus cuerpos y para minimizar los daños, pueden hacer lo siguiente:
1. Come algo antes de empezar a beber: Esto te va ayudar a evitar esos atracones de comida grasosa cuando estás comiendo. Si vas a comer un snack, trata de comer algunos frutos secos como maní sin sal o almendras.
2. Si vas a tomar vino, hazte un favor saludable y toma tinto, ya que tiene más antioxidantes que el vino blanco.
3. Si tomas cerveza, busca una ligera. Te ahorrarás unas cuantas calorías y a pesar de lo que muchos creen, tiene menos que otros licores.
4. No tomes cócteles o tragos preparados con bebidas o jugos azucarados, que le sumarán más calorías a tu noche.
-Y a la hora del brindis, si vas a tomar champagne, la mejor es la extra-brut, que casi no tiene azúcar.
¡Cuídate y que tu silueta sobreviva al Año Nuevo!
Imagen CC Matt Gillman