Esto le pasa a más de uno. Tu intención era portarte bien, no tomar mucho, no volverte loca con toda la comida. Decirle "no mami, ya estoy llena" cuando te ofrecen ese segundo pedazo de pan de pascua. Como sea, la cosa es que querías conservar ese ímpetu que tenías de no comer tanto y mantener tu figura lograda durante el año pero como que la Navidad se atravesó en el camino.
Y ese bacanal de carbohidratos procesados, azucares, alcohol, hace que te levantes y te sientas tan inflada como un globo. Además, cometes el error de pesarte y dices "engordé 20 mil kilos". El resto del día la pasas sintiéndote pesada, hinchada y de mal humor. Pero no te preocupes, no todo está perdido. Si retomas rápido tus hábitos puedes ponerte en el carril en dos segundos (bueno, un poco más de eso). Y para que esto funcione, también puedes seguir esta técnica
1. Controla los carbohidratos almidonados: Como es el día de controlar la hinchazón, lo mejor que puedes hacer es dejarlos cercanos a cuando vas a hacer ejercicios (si es que vas a hacer algo) o mejor aún, con tu desayuno y ya. Como fuente de energía de reserva, los músculos almacenan un tipo de carbohidrato llamado glucógeno. Cada gramo de glucógeno se almacena con alrededor de 3 grs. de agua. Como seguramente no vas a hacer ejercicio duro, tu cuerpo no necesita esa energía almacenada. Al disminuir los carbohidratos -temporalmente- haces que tu cuerpo acceda a ese combustible almacenado y queme calorías y al mismo tiempo perdemos el fluido acumulado.
2. Aumenta las grasas y dobla las raciones de vegetales verdes: Las grasas me refiero a las grasas buenas. Porque la idea es que comas calorías como debe ser, no que mueras por falta de energía. Y para que tu cuerpo no caiga en modo pasar hambre, la ingesta de grasas saludables te ayudará con tus calorías diarias además te ayudarán a sentirte más llena (junto a la fibra) y no pasarás hambre. Y si le sumas las vitaminas y minerales de los vegetales verdes, estás lista.
3. Cuidado con la sal: La sal es la mejor amiga de la hinchazón y la enemiga de tu barriguita plana. Trata de sasonar con ajo, limón, vinagre o cualquier especie que encuentres en tu despensa. Eso le dará sabor a tu comida y te ayuda a evitar la retención de líquido producida por la sal.
4. Dobla tu consumo de agua: Si, quizás ya sientes que tomas mucha agua, pero recuerda que ahora te sientes más hinchada y necesitas volver a la normalidad. Como ya te conté cuando comes comidas procesadas tu cuerpo retiene al menos 3 gramos extra de agua por cada gramo de carbohidrato que te comiste. Si te comiste por ejemplo pasta, pan y torta, eso es por lo menos 700 gramos de agua retenidos en tu cuerpo. Y la mejor manera de salir de ellos es empujándolos con más agua. El consumo de agua hace que se expelen los gramos de agua retenidos en tu cuerpo y además te hará sentir hasta menos hinchada.
Recuerda esto NO es una dieta, es una guía puedes seguir un día a la semana, no debe ser tu estilo de vida. Pero verás que con esta ayuda y un poco de ánimo, esos excesos navideños quedarán en el pasado.
Imagen CC Didriks