Si al igual que yo, eres de las que ama las cremas e investiga sobre productos para lucir una piel de muñeca, seguro te habrá llamado la atención la amplia variedad de cosmética facial que existe en el mercado. Entre sérums, cremas, leches y lociones a veces nos mareamos y no sabemos qué escoger. Por eso, hoy te contamos cuáles son las principales diferencias entre estos verdaderos “must” para el rostro. ¡Apúntalas y no las olvides!
Crema: Mezcla dos o más componentes líquidos que no son solubles entre sí (agua + aceite) y que por agitación generan una textura especial, suave y untuosa. Este producto se recomienda especialmente para quienes padezcan de resequedad y tirantez, o se exponen de manera constante a calefacción y aire acondicionado, los cuales son muy dañinos para la piel. Actualmente, es posible encontrar algunas versiones oil-free, en que el aceite se reemplaza por gel (imagen portada).
Fluido: También es oil free; no contiene aceites minerales y aporta una textura suave y ligera, ideal para pieles mixtas a grasas o climas cálidos - como el verano - ya que penetra inmediatamente sin dejar una película aceitosa. A diferencia de la crema, la sensación en el cutis es de exquisito frescor, alivio e hidratación instantánea.
Sérum: Tiene una textura muy liviana, que se impregna en la piel de manera inmediata sin dejar grasitud. Es de aplicación complementaria, ya que potencia la acción de la crema o fluido. Por ello, es altamente eficaz y los resultados de su uso son perceptibles en menor tiempo. Poseen un mayor contenido de activos, por lo que se les considera un tratamiento intensivo.
Aclaradas las dudas, comparte esta información con tus amigas y escoge para tu rostro el producto que mejor se adapte a lo que necesitas.