Bueno, aunque me cueste asumirlo, soy peluda. Tanto como un muchacho y no logro esconder mi envidia al ver uno –injustamente- lampiño. He probado muchos métodos de depilación y debo decir que uno de los peores fueron las famosas máquinas de rasurar femeninas. No dejes que el color rosa te engañe, pues las catapultas que te saldrán harán que el ese tierno color parezca satánico.
Después de tomar la decisión de mi vida, volví a recurrir a la cera. Digo que fue una buena alternativa, porque no es gracia tener “cañones” y sufrir mientras te los arrancan de un tirón. Este método sigue siendo uno de los mejores, pues retarda el crecimiento del vello y lo debilita.
No obstante, también escogí probar con la Braun Silk Epil. No porque haya decidido dejar de ir a visitar a mi depiladora, sino porque mi tiempo es escaso y necesito mantener mi depilación por un período más prolongado. Así fue como compre esta maquina verde y blanca, que me ha sacado de grandes apuros.
Ojo, de que duele más que el tirón de cera, sí que lo hace. Al menos a mí me pasa que tener muchas pinzas actuando sobre mi piel resulta más molesto. Es más, dicen que si quieres saber cuánto te dolerá hacerte un tatuaje, debes probar el efecto que esta máquina tiene en el lugar que quieras dibujar con tinta.
No obstante, debo decir que no a todas les molestará de la misma manera, pues depende del grosor y largo de vello. De lo que sí puedo dar fe es que la depilación es duradera y disminuye la cantidad de pelos en tu cuerpo, haciendo de éste un método bastante efectivo y cómodo.
Si quieres comprarla, te cuento que está disponible en todas las tiendas del retail desde los $17.000, dependiendo del modelo y las funciones. En el caso de la mía, venía incluido un guante que metes al refrigerador y luego aplicas en la zona que depilaste (para que te duela menos) y un cepillo para limpiar las pinzas. ¡Todo sea por un verano sin pelos!….