Por Carolina Bustamante C
Me encanta Youtube y los blog de moda. Puedo pasar horas revisando canales de belleza o tutoriales de peinado y maquillaje, anotando tips que nunca llevaré a cabo o aprendiendo sobre productos que quizás nunca compre, pero sé que existen. Ahí fue que tuve mi primera aproximación a este cepillo de pelo que emulaba a la Tierra Prometida en el mundo del cuidado capilar: El Tangle Teezer.
A primera vista me pareció una especie de escobilla de ropa bonita pero al leer y releer puras maravillas en la web sobre sus resultados, decidí que era urgente comprarlo para mi hermana menor, cuyo pelo largo como de princesa se estaba cayendo a montones. Y como preguntando se llega a Roma, logré dar con la peluquería CutMe - el local de Providencia 2314 – en la que por un total de 14 mil pesos me traje su versión para la cartera en tonos fucsia y negro.
El primer cepillado
Mi hermana lo recibió agradecida, pero escéptica, y decidimos probarlo de inmediato. Su forma ovalada se ajustó perfectamente a la mano sin complicación, además es liviano pero resistente. Punto a favor de esta versión es su tapa plástica, que permite llevarlo a todos lados sin dañar sus cerdas. Con respecto a sus dientes son de un plástico más blando, están muy juntas la una de la otra y son de tamaños diferentes. Realmente, a primera vista pareciera ser un cepillo de muñecas o de juguete.
Pero al pasarlo por el cabello empezamos a notar como cumplía sin problema cada una de sus promesas: Desenredar sin dolor ni tirones, no cortar el pelo ni abrir puntas durante el peinado e incluso, minimizar casi a cero su caída. Con una pasada, su pelo estaba desenredado completamente, sin ningún nudo.
Ni hablar de la fama que tomó: Todas mis amigas quisieron probarlo y fue ahí que nos dimos cuenta que funciona a la perfección en crespas, lisas, cabellos gruesos, muy finos a demasiado rebeldes. Una maravilla que incluye varias presentaciones: La clásica, para la ducha y para la cartera – que es la que hoy tenemos todas, desde mi abuelita hasta mi amiga más chica – e incluso hay una tierna edición especial para niñitas. Ya quisiera haberlo conocido en mi época de bailarina, quizás cuántas lágrimas me hubiese evitado.
Puedes echar un vistazo en http://www.tangleteezer.com/