Fue paseando un día de marzo que me ocurrió lo impensable: un perro malas pulgas se atravesó en mi camino y decidió pegarme un mordisco en la pierna... ¡y lo hizo con hartas ganas!. Lo que pretendía ser una entretenida salida de domingo, se convirtió en una visita a la unidad de urgencias más cercana. Resumiendo la historia: me gané 9 puntos, tuve que estar dos semanas en reposo y una tercera semana re-aprendiendo a caminar. Cuando finalmente me "descosieron", vino la gran duda: ¿Qué hago con esa tremenda cicatriz?
Lo normal es pensar en el famoso Cicatricure y su comercial donde había "una hermana bonita y la de la cicatriz", pero este producto no es el único que puede ayudarnos. Por recomendación de mi cirujano, decidí probar Cicalfate de la marca Eau Thermale Avène, que puedes conseguirla en forma de crema o de loción. Cualquiera de sus dos presentaciones tiene un sorprendente efecto reparador-cicatrizante, ideal para recuperarse después de sufrir una lesión. Aunque también es muy útil para atenuar marcas de acné, arrugas, calmar quemaduras solares y domésticas, cuadros de dermatitis e incluso tras realizarte un tatuaje.
Al aplicarlo hay cuatro efectos:
Calmante: Está basada en agua termal y gracias a esto reconforta la piel lesionada, enrojecida o irritada.
Antibacteriano: Contiene sulfato de zinc y sulfato de cobre, los cuales evitan que las bacterias se multipliquen y que provoquen infecciones sobre la piel.
Secante: Mantiene la piel en su hidratación óptima y detiene la supuración.
Cicatrizante: Activa la regeneración de los tejidos, favoreciendo la óptima cicatrización.
En el caso de heridas, basta con aplicarla dos veces al día (en la mañana y en la noche) sobre la piel seca y limpia. En caso de haber comprado la loción, es bueno utilizar una gasa o algodón para aplicarla.
En mi caso, esta crema resultó muy bien: la herida más grande cicatrizó rápidamente y las que eran más leves, desaparecieron por completo. Me quedó una cicatriz rosada y delgada y lo más sorprendente de todo: no me salió queloide (cosa que sí me había pasado en una operación anterior).
El tubo de crema ronda los 15 mil pesos y puede ser conseguido en cualquier farmacia que tenga una sección dedicada a la belleza. Lo mejor es que está basado en componentes naturales (como el agua termal y el cobre), por lo que no necesita receta médica y puede ser utilizado en adultos y niños.