En el extenso mundo de los productos de belleza tenemos infinidad de elementos que muchas veces no sabemos usar bien o que ignoramos, cuando pueden ser muy importantes. De entre estos productos, las cremas son sin duda esenciales cuando pensamos en el cuidado de nuestra piel. Existen distintos tipos de cremas corporales, y todos tenemos al menos una crema o loción en nuestro repertorio, y las más vanidosas pueden llegar a comprar cada novedad que el mercado ofrece. Sin embargo, a veces no sabemos a ciencia cierta por qué existe una crema especial para las manos, para los pies o para el contorno de ojos, al fin y al cabo ¡todas las cremas se ven más o menos igual! No nos equivoquemos, existen razones por las cuales cada tipo de crema cumple una función específica, y es que nuestra piel de los párpados no es igual que la de la panza, y por lo tanto, necesitan diferentes tratamientos.
¿Cuáles son los principales tipos de cremas corporales?
Crema de rostro: existe una extensa variedad de subtipos de cremas para la cara, según el tipo de piel (grasa, seca o mixta), según edad, y según el propósito que se busque (antiarrugas, hidratante, nutritiva, etc.). Por ello, no podemos generalizar en cuanto a sus componentes pues todo dependerá de lo que necesitemos. Por ello, al momento de adquirirla, debemos pensar primero en qué es lo que buscamos. Las lociones corporales pueden sacarnos de apuros, pero no es lo recomendable, menos las cremas de manos, que suelen contener aceites minerales oclusivos para la piel de la cara, lo que puede tapar los poros e irritar el rostro, produciendo comedones, alergias y otras molestias.
Crema contorno de ojos: es una zona extremadamente delicada y que tiende a ser de las primeras en manifestar el envejecimiento, por lo tanto es esencial comenzar a cuidarla desde los veintitantos y aplicar la crema correcta para esta zona. Suelen poseer una textura ligera de fácil penetración, y contener compuestos astringentes, descongestivos, ácidos insaturados y vitaminas. Se aplica con suaves toquecitos con el dedo anular.
Crema cuello y escote: es también una zona delicada que suele estar expuesta al sol, por lo que tiende a envejecer rápido. Existen cremas específicas para esta zona, aunque puedes utilizar la misma crema de rostro para hidratarla y protegerla. Las fórmulas de estas cremas en general contienen activos hidratantes, reafirmantes y calmantes.
Crema de manos: ideales para hidratar y suavizar. En muchos casos, también ayudan a eliminar las manchas propias del sol y la edad. Como dijimos anteriormente, la crema de manos es más oleosa, debido a que la piel de las manos suele ser más seca o con tendencia a resecarse por agentes externos como detergentes, productos de limpieza y otros.
Lociones corporales: aquí también existe una gran variedad según la necesidad de la piel: antiestrías, reafirmantes, hidratantes, reductoras, etc. Pero no nos dejemos engañar, las cremas antiestrías no han demostrado ser realmente efectivas para este propósito, para evitarlas lo principal es mantener la piel hidratada con cremas y bebiendo suficiente agua. Misma cosa sucede con las cremas reductoras. Lo principal es hidratar la piel del resto del cuerpo, que suele resecarse fácilmente, en especial la de brazos y piernas.
Crema para pies: estas cremas son muy hidratantes, y en algunos casos contienen desodorantes, y elementos calmantes y exfoliantes. Son ideales para los meses de más calor, que es cuando los pies sufren más la resequedad.
Ya conoces los principales tipos de cremas corporales y sus usos. ¿Los estás utilizando bien?