Muchas mujeres sólo recuerdan el cuidado de los pies cuando llega el verano y hay que sacar las sandalias del clóset. Pero así como debemos usar bloqueador durante los 12 meses, los pies y sus uñas deben cuidarse siempre, aunque sea invierno y no se vean. La higiene y el cuidado personal es un hábito que se debe adquirir, aprender y continuar.
Así como le dedicas un gran tiempo a la manicure, también deberás invertir tiempo en la pedicure. No es necesario que vayas a un salón de belleza. Basta con que dejes tus pies remojando en agua tibia con jabón, luego le pases una piedra pome y por último una crema. Este proceso debes hacerlo una vez por semana y ser constante al respecto.
El plus de remojar los pies, es que permite que las uñas se ablanden. Con ello, después es más fácil limarlas un poco para emparejarlas. El corte de las uñas marca la diferencia, hazlo siempre en recto. Nunca comiences en las esquinas ni las uses demasiado cortas, esto puede producir que se encarnen, lo que será doloroso y se verá muy feo. Si sabes que tus uñas son débiles, aplica un fortalecedor. Diversas marcas especializadas venden diferentes opciones.
Retirar la cutícula también es un paso que no debes olvidar. No las cortes, porque protegen a las uñas. Simplemente córrelas con una palito especial que viene en cualquier kit de manicure.
En el fondo, el cuidado de uñas de los pies es el mismo que le haces a las de las manos. Lo malo es que solemos olvidarlo, sobre todo en esta época que los calcetines ocultan cualquier defecto que puedan tener. El hábito de cuidarse los pies es solo un indicio de un cuidado extenso y responsable.
¿Cuidarás tus pies durante todo el año?