Íconos de la belleza: Bette Davis

Bette Davis es considerada una de las mejores actrices de su época. Ganadora de dos premios de la Academia por Mejor Actriz, Bette solía preferir personajes fuera de lo común, antagonistas, antipáticos, aunque también incursionó en los dramas románticos, donde tuvo bastante éxito.

A pesar de que Davis no era considerada una belleza propiamente tal, sus ojos son y fueron uno de sus rasgos predominantes. Tanto es así, que incluso la cantante Kim Carnes en los 80's compuso una canción llamada "Bette Davis eyes". Es por esto que su paso por el cine es tan destacable: a diferencia de otras actrices de la época - y actuales - que sobresalían en belleza por sobre el común de la gente, Bette se abrió paso a punta de talento, e incluso en películas de poco éxito su actuación lograba captar la atención de la gente.

Bette nació en Massachusetts, Estados Unidos. Después de ver una película de Rodolfo Valentino, decidió que lo suyo era la actuación, y obtuvo el apoyo de su madre. Comenzó en las tablas, debutando en Broadway en 1929, tras lo cual un cazador de talentos la invitó a realizar una prueba de cámara para Universal Studios, en Hollywood.

Sus primeros años en el mundo del cine no fueron fáciles. Su debut fue con Mala Hermana, de 1931. A pesar de lograr buenas críticas, no lograba quitarse el estigma de "actriz poco agraciada": muchos directores la criticaban por su apariencia. Afortunadamente, otros supieron ver en ella su talento innato y sus ojos expresivos, y entonces vino el reconocimiento con Cautivo del deseo, de 1934, en la cual interpreta a la desaliñada y viciosa Mildred Rogers. Un papel que aceptó como un desafío, porque comprendió que era una oportunidad de demostrar sus capacidades. Luego protagonizó la película "Peligrosa", que no hizo más que convencer a la audiencia que Bette estaba hecha para papeles conflictivos y audaces, cosa que caracterizó su carrera. Otras de sus actuaciones más recordadas son las de "Eva al desnudo", "Jezabel" o "La extraña pasajera".

Se casó cuatro veces, quedando viuda de su segundo marido, y tuvo tres hijos: una de su tercer marido, y dos adoptados del cuarto y último de sus matrimonios. Su hija de sangre escribió un libro en el que relataba la difícil relación con su madre y sus problemas de alcoholismo, cosa que Bette sintió como una traición, a tal punto que la desheredó y mantuvieron escaso o nulo contacto. También tuvo graves problemas de salud: un cáncer mamario la obligó a realizarse una mastectomía, y al poco tiempo tuvo cuatro accidentes cerebrovasculares que la obligaron a mantenerse fuera de las pantallas por un tiempo. Sin embargo, Davis logró mantenerse activa casi hasta el fin de sus días, falleciendo a los 81 años en París.

Hoy es recordada como una de las actrices clásicas más importantes de todos los tiempos, y sin duda - pese a la opinión de algunos - es considerada un ícono de belleza que perdura hasta nuestros días.