Aunque todos la conocemos como Sophia Loren, su verdadero nombre es Sofia Scicolone Villani. Nació en 1934 y es una actriz italiana de considerable renombre. Ganadora de más de 50 premios internacionales, incluyendo algún Óscar que otro, y candidata a los Globos de Oro en diversas ocasiones, aunque no ha llegado a conseguirlo nunca.
Empezó en el mundo cinematográfico a los 16 años de la mano de Carlo Ponti, quien años más tarde se convertiría en su marido y padre de sus dos hijos.
Con decenas de películas a su espalda, no sería hasta “ El pistolero de Cheyenne” y “Dos mujeres” con las que conseguiría 22 de los 50 premios internacionales (todos ellos por sus interpretaciones) y su primer Óscar; siendo la primera persona que conseguía estos premios con actuaciones en idioma no inglés. Algunas de sus películas más conocidas son: “Orgullo y pasión” de la mano de Cary Grant y Frank Sinatra, "El Cid", "Matrimonio a la Italiana"… Existe una obra autobiográfica que lleva por título su propio nombre, basada en el libro "Sophia: su propia historia".
Toda esta trayectoria confirma que Sophia Loren es una de las actrices más destacadas de la segunda mitad del siglo XX y una de las grandes estrellas de nuestro cine.
Actualmente, es una de las pocas supervivientes del antiguo cine de Hollywood y el American Film Institute la declaró como una de las intérpretes más importantes de todos los tiempos.
Su vida se vio algo truncada en 1982, donde fue portada de todas las revistas internacionales, pero por algo muy diferente a lo que hasta ese momento se conocía: fue sentenciada a 18 días de cárcel por un delito de evasión fiscal.
Pero, ¿por qué consideramos a Sophia Loren como un icono de la belleza? Quien la conoce no se haría esta pregunta, pero no está de más reafirmar el término. De muy jovencita trabajó como modelo, participando en diferentes concursos de belleza y ganando muchos de ellos. Incluso a día de hoy, a sus 81 años, ha protagonizado una de las últimas campañas de Dolce&Gabbana, además de lanzar su propio pintalabios, que lleva su nombre (Sophia Loren Nº 1), para la misma marca. Sophia ha sido y es admirada por su exuberante belleza.
Nadie puede negar su adicción a las operaciones de cirugía estética: el bisturí es su secreto a voces. Retoques de pecho, elevaciones de párpados, aumento de pómulos, liftings. Todo ello para lucir así de joven y presumir de un aire de lo más juvenil. Ella ha demostrado que pese a su edad (y sus retoques quirúrgicos) puede ser igual de sensual que cualquier jovencita. ¿Piensas lo mismo? ¡Cuéntanos!