Seguramente cuando el sol comenzó a esconderse y el frío tomó protagonismo, guardaste el bloqueador junto al bikini, las toallas de playa y todos los accesorios veraniegos. Pero después de leer esta nota, irás a buscarlo, porque se trata de un producto que debes usar todo el año. El cuidado de la piel no sólo implica cremas hidratantes o anti-age. No porque existan nubes, el sol desaparece: nuestra piel está expuesta cada día y tú debes informarte para cuidarla al 100%.
El daño que causan los rayos UV es constante y progresivo. Es decir, si no te cuidas y si te haces un hábito, tu piel se estará dañando día tras días. Los rayos UVA y UVB son los principales responsables de lastimar las células de la piel, generando así un envejecimiento prematuro. Después de un tiempo, tendrás muchas más posibilidades de desarrollar cáncer de piel, porque el daño producido es acumulativo.
Así como te acostumbraste a quitarte el maquillaje cada noche, deberás hacer una costumbre aplicar protector todos los días. Se recomienda comprar el factor más alto, de tal manera que la protección sea igual de alta. El mercado, hoy en día, ofrece una gran variedad de opciones. Hay bloqueadores que hidratarán tu piel, otros no tan bueno pero más baratos, etc. Tú deberás elegir el producto que mejor se acomode a tu tipo de piel. Recuerda que muchas veces lo barato cuesta caro a lo largo del tiempo.
Lo bueno es que en invierno, no debes cubrir todo tu cuerpo con protector solar. Como estamos más abrigadas, es poca la piel que queda expuesta. Por lo tanto, la próxima vez que salgas, aplica un poco antes en tu rostro, manos y cuello. Es una pequeña acción que evitará que te salgan manchas y que tus células sean dañadas gravemente.
¡Anda a sacar el bloqueador del cajón!