Como cualquier otra parte del cuerpo con la que no estés completamente contenta, la cirugía plástica puede ayudarte a lograr ese cambio desado que la genética te negó. Y si bien la cirugía de senos estuvo de número uno en la lista de prioridades para muchas durante años, hay una operación que ahora lleva la atención: los implantes de glúteos.
Esta operación, como cualquier otra que implique modificar una parte de tu cuerpo, conlleva los riesgos de cualquier intervención quirúrgica, porque debe realizarse bajo anestesia general. Pero muchos han llevado este "riesgo" a otra dimensión realizando estas operaciones en consultorios médicos y con profesionales que aseguran resultados rápidos sin medir consecuencias.
Partamos por esto: la cirugía de aumento de glúteos se realiza de dos maneras, a través de implantes de silicona o con un procedimiento de transferencia de grasa -que en Estados Unidos se conoce como Brazilian Butt Lift-, y se realiza en pacientes que quieren aumentar el tamaño o cambiar la forma de su trasero. Según plasticsurgery.org este procedimiento aumenta el volumen, redondez y proyección del trasero, mejora el balance en la figura y aumenta la confianza e imagen personal de quien desee realizarlo.
Sobre los implantes, mamashealth.com comenta que no hay garantía del resultado. Los implantes pueden moverse con el tiempo, dando una apariencia asimétrica y pueden llegar a romperse en algunos -no tan comunes- casos. La publicación comenta que lo bueno de esta técnica es que los implantes son fáciles de remover o de cambiar, dependiendo del caso.
La técnica de transferencia de grasa, aunque puede sonar un poco perturbadora, es para muchas una solución más normal. Cosmeticsurg.net explica que esta grasa se extrae a través de una liposucción, de otras partes del cuerpo como la espalda baja, el estómago y los muslos. Aquellas que alguna vez se quejaron porque tenían mucho de un lado y poco de otro, pueden ver en este procedimiento la solución a lo que la genética no les dio. La grasa, como ya nombramos, es purificada y decantada y sólo se usa el 25% de las células grasas para volver a ser inyectadas en el área deseada (glúteos en este caso). Se va inyectando en pequeñas cantidades de manera de irle dando un look natural a cada glúteo. El doctor de la publicación comenta que se inyecta desde 580 cc. hasta 1000 cc. por nalga. La recuperación debe seguirse al pie de la letra e implica descanso absoluto durante la primera semana, no sentarse directamente en el área operada por tres semanas, no manejar por el mismo periodo de tiempo, mínimo dos semanas sin trabajar (tres si es un trabajo dónde estás sentada), usar la ropa de compresión 24 horas al día por dos semanas y acudir a las visitas médicas.
Si bien parece complicado, este procedimiento es realizado de manera masiva en el mundo. El problema ha surgido en que cada vez surgen personas con expectativas menos reales y doctores que inyectan otros productos para lograr resultados rápidos en los pacientes. Según cuenta Vice.com desde el 2013 han proliferado las operaciones de este tipo -legales e ilegales- desde Miami, que nombran como epicentro del fenómeno, a otras partes de los EEUU y del mundo, con mujeres sometiéndose a inyecciones de grasa artificial y hasta aceite mineral en sus traseros.
Otro producto inyectado es la misma silicona usada en el relleno de los implantes, pero que en su forma líquida tiene consecuencias devastadoras en el cuerpo. Livescience.com explica que muchas mujeres se han inyectado este producto desarrollando problemas que van desde desgarro de tejidos, dolor, infecciones, problemas respiratorios y coágulos en la sangre. Estas inyecciones no tienen la aprobación de la Food and Drug Administration y son aplicadas por esteticistas o "médicos" sin licencias.
Por supuesto el problema no escapa de Latinoamérica. Dailymail.co.uk comenta que al menos 15 mujeres han muerto en Venezuela por "implantes" en los glúteos con inyecciones de silicona o un compuesto llamado biopolímero sintético. Los problemas de salud se dan porque al no estar encapsulados como lo hace un implante, el líquido fluye a través de los tejidos llevando a deformidades, dolor y hasta la muerte.
Y en Chile, si bien hay clínicas licenciadas donde se pueden realizar aumentos de glúteos con las dos técnicas permitidas (implantes y transferencia de grasa), también se han dado casos de terror estético. Terra.cl reseña la muerte de un transexual producto de inyecciones de silicona en los glúteos. Y seguramente habrán casos que quedan en el anonimato de chicas o chicos dañando su cuerpo sólo por fines estéticos.
Cambiar es divertido e interesante. La manera en que lo realices depende de tus gustos y hasta presupuesto. Pero debes tomar en cuenta que la salud es primordial y que ningún fin estético debe ponerse por encima de tu vida. Si quieres realizarte alguna intervención, averigua, busca credenciales, pregunta hasta el infinito y nunca te dejes llevar por resultados inmediatos. Para cambios momentáneos de los que te puedes arrepentir en un tiempito, mejor córtate el cabello.