La tatuadora brasileña nunca pensó que captaría la atención de los medios, pero es que no cualquiera ofrece su tiempo y trabajo de manera gratuita.
Comenzó a ofrecer gratuitamente sus servicios de tatuadora cuando llegó una mujer solicitando un tatuaje para disimular una cicatriz tremenda que tenía en su abdomen. Desde ese momento, Flavia quiso ayudar a mujeres víctimas de maltratos, materializados en apuñalamientos, balazos y otro tipo de cicatrices, marcados para siempre en su piel. ¿Cómo? Tatuando sus cicatrices con hermosas imágenes que taparan ese mal recuerdo. Pero no solo eso, Carvalho también tatúa a mujeres que han tenido que pasar por masectomías. "Mis servicios son totalmente gratis. Todo lo que tienen que hacer es escoger su diseño". Una hermosa forma de solidaridad femenina.