Si hablamos de Kim Cattrall como ícono de belleza, es imposible que a muchas de nosotras no nos venga la imagen de Samantha Jones y toda su híper sexualidad a la cabeza. Porque los 90 fueron definidos en la TV con Sexo y la Ciudad.
Y más allá de los Cosmopolitan, el Meat District, Manhattan y los Manolo Blahnik, Kim Cattrall tiene un amplio currículo cinematográfico que si bien no es tan conocido por representaciones de alto carácter -que si ha realizado- su cara y cuerpo sexy marcaron su carrera desde el inicio de la misma.
Kim Cattrall nació el 21 de agosto de 1956 cerca de Liverpool, en Inglaterra, pero con tan solo tres meses de edad su familia se reubicó en Canadá, exactamente en la ciudad de Courtan. Al graduarse del bachillerato, en 1972, como muchos jóvenes con ansias de estrellato, se mudó a Nueva York donde asistió a la Academia Americana de Arte Dramático, estudios que le permitieron incursionar por primera vez en la gran pantalla. Justo al terminar su curso, trabajó en la película Rosebud, que a pesar de no tener gran éxito de taquilla, puso a la carrera de Kim por fin en la palestra. Después una buena tanda de presentaciones en distintas series de TV, se puede decir que su debut "oficial" en la pantalla grande fue con el clásico Porkys, película ochentera de "comedia americana" llena de chistes fáciles, referencias sexuales, alcohol y chicas bellas. Y justo en ese apartado, Kim destacó.
La siguieron una gran cantidad de papeles en la TV y películas donde resaltaba por su cara de rasgos sexys, su voz suave profunda y hermosas curvas. Locademia de policías, Golpe en la Pequeña China y Turk 182! fueron algunas de sus representaciones más conocidas y resaltó en 1987 con Mannequin, donde por sus atributos, protagonizaba como un maniquí que tomaba vida.
Pero para muchos no fue hasta 1997 cuando Darren Star la eligió para el papel de Samantha Jones en Sex and The City, papel que realmente la lanzó al estrellato -junto a Sarah Jessica Parker, Kristin Davis y Cynthia Nixon, las demás protagonistas de la serie- y la consolidó como una de las mujeres más sexys del planeta. De hecho, además de ganar el Golden Globe como actriz de reparto en el 2002, la revista TV Guide del 2005 le dio el número ocho en las estrellas más sexys de todos los tiempos
Aprovechando el éxito de la serie y de su sexual personaje, Kim lanza al mercado el libro Satisfaction: The Art of the Female Orgasm, un libro escrito a cuatro manos junto a su entonces esposo, Mark Levinson, donde explicaban la importancia de la satisfacción sexual de la mujer, del orgasmo, pero no desde el punto de vista de la chispeante Samantha (conocida por su promiscuidad) sino desde la pareja.
A este libro le siguió Inteligencia Sexual, más como una guía para el disfrute del sexo desde una perspectiva mental. Con la colaboración de varios expertos en la materia, Kim revela cómo conseguir lo que se desea en el sexo.
Al finalizar la serie, Kim siguió trabajando tanto en cine como en TV, explorando otras facetas no tan relacionadas con la imagen sensual de Samantha: en la comedia juvenil Ice Princess en la comedia negra The Tigers Tail, y en el thriller político The Ghost Writer. En el 2009 Cattrall recibió una estrella en el Canada's Walk of Fame de Toronto
La última aparición en TV de Kim fue como Davina Jackson en la serie, otra vez de HBO, Sensitive Skin, donde actúa como una mujer preocupada por envejecer y lo que esto significa en su vida. Y a pesar de representar una mujer madura, su rostro sigue mostrándose joven, lo que la ha llevado a admitir la utilización de Botox para preservar su look casi juvenil. Se ha negado a la cirugía plástica por miedo a verse en el espejo y no reconocerse, pero confiesa que este tratamiento ha sido una gran ayuda para mantener su look. Y al final, si a las que estamos fuera de la pantalla nos preocupa como nos vemos, no podemos criticar a las estrellas que utilizan estos tratamientos de belleza y que se ven expuestas y en constante ataque por la manera en que se ven.
Lo que si podemos afirmar es que Kim se jugó su papel sensual como una reina y de llegar a esa edad -sí sea con un poco de botox- pues más de una de nosotras esperamos llegar como ella.