Típico, uno va súper emocionada a comprar maquillaje y sale aún más entusiasmada con los productos comprados. Pero… ¿les ha pasado que se equivocan en el tono? ¡Pucha que da rabia! Sobre todo porque ya no hay nada que hacer, pues el producto ya fue abierto y de ninguna manera las tiendas los reciben de vuelta.
Esta equivocación puede deberse a distintas razones. La principal, es debido a que esos productos vienen cerrados y muchas veces no tienen tester, lo cual me parece insólito, ya que lo mínimo es tener la opción de poder probarlos, para asegurarnos de que nos queden bien y nos gusten.
La otra razón, es habérselo probado mal. ¿Cómo puede ocurrir esto? Sobre todo en el caso de la base, ocurre porque testeamos el tono en nuestras manos. ¿Quién no lo ha hecho? Este es un gran error, pues el color de nuestras manos es distinto al de nuestro rostro porque reciben distinta exposición, por lo que siempre debemos probarlo en nuestra cara.
Pero bueno, de una u otra manera, podemos haber comprado una base de otro tono o quizás la recibimos de regalo y no le achuntaron al color. No se preocupen, quizás el dinero no puedan recuperarlo, pero antes de tirarlo a la basura, denle una vuelta a la situación y aprovechen el producto.
Si el tono les quedó más claro, vamos por el plan B. Mezclen la base con una crema hidratante y lograrán un natural iluminador, que les ayudará sobre todo en áreas como los pómulos. Ahora bien, si el tono es más claro pero no tanto más, pueden de igual forma utilizarlo como base, pero luego deben apoyarse de polvos bronceadores para lograr definir el rostro.
Por otro lado, si el tono les quedó oscuro, tranquilas, podemos lograr que éste baje un poco. Lo único que debemos hacer es aclarar el color con un corrector. En este caso, debemos cuidar que el corrector que usemos sea de la textura más parecida a la base, ya que así sólo cambiaremos el tono.
¿Qué les parece? ¡No es el fin del mundo! Al final de todo, siempre hay una solución.