Cuando pensamos en perder esa grasita extra que tenemos alrededor de la cintura y en nuestras pancitas, buscamos mil y una opcioens que nos ayuden un poco. Y si es sencillo, pues mejor. Sabemos que ella no llegó ahí de la noche a la mañana, pero si se puede ir rápido, la verdad es que la vida sería realmente maravillosa.
Por eso buscamos cosas que sin mucho esfuerzo, nos hagan el trabajo más fácil. Ya todas sabemos que una buena alimentación y el ejercicio son las técnicas (probadas) más eficientes del mundo. Pero ¿qué pasa si un aparato nos puede dar la alegría de una pancita plana con pocos minutos al día? Aquí es donde cosas como el "cinturón vibrador" entran a la palestra, a prometernos como príncipe de cuento, villas y castillos.
La historia de estos aparatos data de los mediados de 1859. Según la información publicada en Livestrong.com, la Kansas Historical Society tiene reportes de estas máquinas que estimulaban la piel a través de un masaje, lo que "soltaba" la grasa en el cuerpo. Esto hacía que fuese fácil "botarla" por los canales excretores de nuestro organismo. Otra de las características que se le daba a estos instrumentos era que a través de la vibración, se endurecían los músculos, haciendo el trabajo de "700 abdominales" y esto le daba una apariencia delgada al torso de las personas.
Basados en este principio de la vibración, nacen los cinturones vibratorios que hacen que tu abdomen se contraiga. Hay dos tipos de estos cinturones: los que funcionan a través de electrodos que pegados a la piel, que mandan impulsos eléctricos y contraen el músculo (una técnica usada en terapias para rehabilitar músculo desde hace mucho tiempo) o con pequeños motores que impulsan una acción vibratoria que hace un masaje en tus abdominales. Según los vendedores, los cinturones vibratorios te darán unos "abdominales sexys y hará que tu grasa vibre lejos de tu cuerpo con sólo 10 minutos al día", lo que equivaldría a una hora en el gimnasio. Lo mejor -según la misma fuente- es que puede ser utilizado en cualquier parte del cuerpo que tenga grasa de más, como muslos, caderas, glúteos.
Y es que además del poco tiempo y tanta efectividad de estos aparatos (todos tenemos 10 minutos libres al día) está el factor comodidad y resultados. El primero, porque no tienes que ir al gimnasio para usarlos. Puedes usar tu cinturón vibratorio mientras revisas el Facebook, hablas por teléfono con tu mamá o cocinas algo delicioso. Y además, ¿no han visto los cuerpos estructurales de los comerciales? ¡Por supuesto que todas queremos eso!
Pero aquí está la realidad del asunto: la grasa no se elimina con el movimiento superficial. Para eliminar la grasa, debemos "quemarla" y esto es, usarla como combustible y este proceso que conlleva cambios químicos y físicos en el cuerpo, se produce cuando le das la energía adecuada a tu cuerpo (es decir, calorías) y creas un déficit energético con la cantidad correcta de alimentos y ejercicio. Es decir, parte desde dentro de tu cuerpo, no desde fuera. Esos modelos que ves en el comercial, no llegaron gorditos como la foto del "antes" y con sólo el uso del cinturón lograron esos cuerpos estructurales. Seguramente pasaron horas de ejercicio extenuante y dietas muy dirigidas para mostrar su abdomen "marcado". En Dietspotlight.com hablan sobre el poco puntaje que tienen estos aparatos en Amazon. ¿La razón? Reseñas de personas que señalan que el aparato no hizo nada de lo prometido en el comercial. Además, no se consiguen estudios clínicos que avalen la veracidad del uso de estos cinturones. De hecho la Federal Trade Commission tomó acciones contra varios fabricantes de cinturones abdominales porque resulta "falsa" la afirmación que los cinturones dejan como resultado una barriga plana sin hacer ejercicio.
La verdad es un poco ruda pero te puede llevar al camino correcto. Si bien masajes, cremas reductoras y otros tratamientos de belleza pueden darte la sensación de ayuda en el proceso de perder la pancita, nada como el tratamiento tradicional para lograrlo: dieta y ejercicio. ¡Esto ha funcionado a miles de personas durante años!