Si hay algún producto de belleza que me obsesione de verdad son los esmaltes de uñas. Desde que era muy chica me gustaron, los empecé a coleccionar y a probar.
Primero compré los transparentes, con tonos poco vistosos. Después pasé a los colores más fuertes como el naranjo y algunos flúor, craqueados y hasta con tornasol, de esos que cambian de color dependiendo de la luz que haya.
Los más coloridos son mis favoritos, sin duda alguna .Pero hay un pequeño inconveniente, no tengo tan buen pulso, por lo que necesito de mucho tiempo para pintarme las uñas con estos colores y técnicas. Debido a esto mismo descubrí hace poco en el catálogo de Cristian Lay el esmalte Happy gloss. Lo pedí y me costos aproximadamente $1500 pesos. Me pareció un buen precio, y en la línea existían las versiones verde, naranjo y amarillo. Elegí este último porque tenía algunos tonos dorados que me encantan. El envase no trae ninguna etiqueta que indique su marca, así que puede confundirse con otros, como el Color Show, de Maybelline, claro que este último sí trae etiqueta que lo distingue.
Volviendo al esmalte en sí, se trata, como bien el nombre dice, de una capa de esmalte simple con brillitos de color oro y verde que hacen resaltar el fondo. Su brocha es lo suficientemente ancha para hacerte una pasada rápida y que quede parejo.
Es ideal, si como yo, disfrutas de los colores fuertes, pero no tienes el pulso, ni el tiempo para que no te queden todas perfectas. Lo bueno es que si se llega a saltar un poco el esmalte, casi ni se nota y sigues teniendo algo brillante y femenino en tus uñas.
Demasiado útil para las mujeres ocupadas ¿Qué esperas para probarlo?