Los perfumes originales son una delicia, pero ¡tan caros! que a veces nos tentamos con comprar imitaciones, bastante más asequibles al bolsillo y con una fragancia igualmente irresistible. Sin embargo, es obvio que existen bastantes más diferencias entre ambos productos que esos $30 mil pesos que ahorras. ¿Quieres saber cuáles son? En idBelleza te contamos:
1. El frasco: Los perfumes originales vienen envasados en botellas que parecen auténticas obras de arte. Y eso no es antojadizo. La confección de estos recipientes se hace en cristal de calidad, liso y transparente, a fin de evitar agentes contaminantes. En la réplica, en tanto, el frasco en que se embotelle el perfume realmente no es importante.
2. Higiene: La fabricación de un perfume requiere de aproximadamente un año de trabajo. Todo se manipula con suma cautela y pulcritud, mientras que en la confección de una réplica no siempre las condiciones higiénicas son idóneas y se pueden filtrar hongos o bacterias. Recuerda que se trata de esencias florales, medio óptimo para la proliferación de estos microorganismos.
3. Durabilidad: Obviamente, por el tratamiento que se da al preparado, un producto original siempre tendrá mejor fijación que una réplica, la cual deberás rociar varias veces al día.
Como ves, lo barato a veces cuesta caro y estos son riesgos que debes considerar a la hora de escoger tu réplica de perfume. A veces, conviene invertir un poco más en una fragancia de mayor calidad, cuyos beneficios a largo plazo compensarán lo pagado.
Y tú, ¿qué otra diferencia reconoces entre una réplica y un perfume original?