Seguro más de una vez has visto en el comercio un shampoo de placenta, pero quizás no sepas qué es este activo ni qué beneficios conlleva su uso. Pues bien, te contamos que proviene ni más ni menos que de la gestación, siendo aquella masa que provee al nonato de líquido amniótico y nutrientes necesarios para su desarrollo. ¡Sí, tal como lees!.
Para el uso cosmético, la placenta se obtiene tanto de embarazos humanos como animales, siendo la de oveja la más utilizada. Como puedes imaginar, se trata de un órgano vital durante el periodo de desarrollo embrionario, rico en nutrientes y con fantásticas capacidades para regenerar las células, entre otras bondades.
Por ello es que la industria cosmética encontró en la placenta un magnífico activo para la elaboración de cremas faciales (gracias a la elasticidad que aporta a la piel), shampoos anti-caída, tratamientos para pelo dañado, desmaquillantes y un sinfín de etcéteras. Por lo mismo, no es de extrañar que algunas marcas de lujo la utilicen e incluso celebridades como Jennifer López han alabado su eficacia.
La placenta se utiliza desde 1940, para atenuar los signos de la edad y estimular la renovación de las células. Sin embargo, es desde los 70’s que las marcas del cuidado capilar han acaparado este activo, dados sus impresionantes efectos reparadores. Eso sí, al tratarse de un producto de origen animal - y en ciertos mercados, incluso humano - su utilización no ha estado exenta de controversias (aunque obviamente, la placenta utilizada corresponde a bebés ya nacidos).
Y tú, ¿conocías el uso de la placenta en belleza?