Todas adoramos pintarnos las uñas, y dar con ello un poco de vida y color a nuestras manos. Sin embargo, ¿cuántas veces nos hemos preguntado de dónde surge esta ancestral costumbre femenina? En idBelleza les contamos.
El esmaltado tiene su génesis en el año 3000 A. de C. siendo los chinos y egipcios sus precursores. No es de extrañar, entonces, que la sensual reina Cleopatra tiñera sus uñas de rojo oscuro, o que otra destacada faraona, como es Nefertiti, prefiriera el rojo rubí. En la antigua China, en tanto, los tonos favoritos de la dinastía Ming eran los metálicos - como el dorado y plateado -, además del negro. Y es que esta práctica era un símbolo de estatus y jerarquía, por lo que era usual que los monarcas (tanto hombres como mujeres) decoraran sus uñas con fuertes colores. Las técnicas empleadas para lograrlo eran a través de la henna, clara de huevo, gelatina, cera de abejas y tintas vegetales, entre otras. Para fijar el color, se utilizaba goma arábica.
Con el tiempo, el tinte de uñas se expandió hacia otras culturas, como la romana o la griega. Sin embargo, las pestes mermaron el avance de esta costumbre, ya que se privilegió llevar las uñas cortas y limpias para evitar la transmisión de las que por entonces eran mortales enfermedades. El esmaltado se mantuvo estancado por varios años, ya que posteriormente se privilegió la virtud femenina, representada en una manicure pulcra y recatada. Pero esta tendencia renació con fuerza en el siglo XX, donde las féminas no sólo tiñeron sus uñas, sino que además se preocuparon de darles brillo y forma.
Los esmaltes que utilizamos hoy en día surgen a la par que la pintura para autos, dado que en 1917 la empresa Cutex decidió replicar la técnica utilizada en vehículos para preparar una fórmula especial para nuestras uñas. El primer producto de este tipo - lanzado al mercado en 1920 - causó furor entre las mujeres de la época, que pronto mostraron en sus uñas tonos rojos, rosados y corales. Paulatinamente - hasta llegar a nuestros días - se incorporaron marcas y colores como el burdeo, lila, negro e incluso tornasol y con escarcha, así como también nuevas tecnologías para desarrollar este preparado.
Y tú, ¿conocías la historia de nuestros amados esmaltes?