Este artículo ha sido escrito por Courtney Mina, una mujer que padece lipedema.
Últimamente hemos visto cómo se está haciendo cada vez más común la aceptación del cuerpo tal como es, en parte gracias a la comunidad de redes sociales de mujeres (y hombres) que no solo han comenzado a amar sus cuerpos, sino que también a mostrarlos con confianza. Pero ¿qué hay de las mujeres que tienen piernas grandes? A medida que el movimiento por la aceptación ha ido creciendo, las mujeres de tallas grandes se han estado fotografiando con orgullo en las redes sociales, pero para las mujeres con lipedema, aún queda mucho.
Siempre he tenido las piernas gruesas. Cuando entré en la pubertad, noté que mis piernas comenzaron a ensancharse más de lo normal, y con esto quiero decir que incluso mis tobillos eran más gruesos de lo normal. Sabía que mis proporciones eran inusuales. Y lo más triste para mí era darme cuenta que, hiciera lo que hiciera, no podía revertirlo.
En la enseñanza media, desarrollé un desorden alimenticio (algo que después supe no era extraño entre chicas gordas jóvenes que son enseñadas a sentir vergüenza y odio hacia sus cuerpos). Me levantaba, me saltaba el desayuno, iba al colegio, me tomaba una bebida dietética al almuerzo con un pequeño muffin casero bajo en calorías, caminaba de vuelta a casa (que quedaba bastante lejos) y sólo comía una pequeña cena. Terminé bajando muchos kilos en unos pocos meses, pero sólo los de mi estómago, espalda, senos y cara. Mis piernas siguieron del mismo tamaño. Y después de años de torturarme a mí misma, decidí simplemente aceptar que es así como soy.
No fue sino hasta hace poco que descubrí que la verdadera razón para mis piernas extremadamente grandes era porque tenía Lipedema. El lipedema es una enfermedad crónica que generalmente afecta las extremidades, causando que las piernas (y a veces los brazos) acumulen distintos patrones de tejido graso.
El lipedema es una enfermedad hereditaria que afecta principalmente a las mujeres, y generalmente se gatilla en la pubertad. El tejido graso que se acumula no es algo que pueda perderse con dieta o ejercicio (aunque a algunos les puede ayudar) asi que, si la tienes, es mejor que te acostumbres (a menos que recurras al quirófano, en cuyo caso sólo te soltará un poco los tejidos, pero no lo podrán quitar completamente).
Cuando hablamos de ser una persona de talla grande, generalmente nos referimos a un trasero o estomago amplios. La mayoría de las mujeres de talla grande que conozco tienen uno o dos de estas características, pero ninguna tiene las piernas tan gruesas como yo, por lo que me propuse realizar un pequeño experimento.
Pensé que era hora de que mis piernas grandes recibieran algún reconocimiento positivo. Curiosa por saber cómo reaccionaría la gente ante la imagen de una mujer de talla grande alardeando de sus enormes piernas, me tomé una foto de cuerpo entero que publiqué en mi cuenta de Instagram, Facebook y Tumblr. En la foto también comento sobre mi enfermedad, y cómo ésta afecta la forma de mis piernas (y brazos). Esto causo un revuelo inmediato y los comentarios no se hicieron esperar. Los clasifiqué según el tipo de comentario:
Los trolls de siempre: “anda al gimnasio, gorda”, “eres asquerosa”, “eres una ballena”, “guácala” son comentarios de trolls cuyo propósito es ser lo más malvados posible. Sin duda obtuve varios de estos comentarios, pero son fáciles de ignorar.
Los trolls preocupados: los “preocupados” son todavía más comunes. Dejan comentarios del tipo “eres bella pero te ves muy poco saludable, debieses hacer dieta y ejercicio” o “admiro tu autoestima pero esto es muy poco saludable”. Pienso que estas personas se van por la vía de la “preocupación” para esconder su juicio sobre la gordura. Sin embargo, creo que este tipo de gente aún tiene esperanzas, quizá algún día lo entiendan.
Los ignorantes: estos me hacen reír, pues creen que se las saben todas en medicina, comentando cosas como “aún creo que puedes perder grasa en tus piernas”
Los defensores: aunque recibí muchos comentarios desagradables por mi foto, también obtuve cientos de rosas. Mucha gente (de distintos géneros y tamaños) me dejaron comentarios positivos de apoyo en mi foto. Algunos me dijeron que soy bella tal como soy, mientras otros mostraban su apoyo por lo que había hecho. También hubo muchos que afirmaron padecer de lipedema y que se alegraban de tener alguien que los entendiese.
Mi conclusión fue que siempre habrá gente malvada, que el odio a los gordos sigue vigente en nuestra sociedad, disfrazándolo de “preocupación por la salud”. Pienso que esas personas tienen que evolucionar, y tienen que educarse en lo que respecta a la relación entre salud y tamaño. Sin embargo, siempre habrá más apoyo, aprecio, amor y comprensión que odio. A la gente le importa, y te apoyarán en tu camino hacia el amor propio. Cuando se trata de amarnos tal como somos, llevamos la batuta, debemos seguir adelante y jamás detenernos. Tarde o temprano ganaremos esta carrera.
Vía: Bustle