Las cejas son la zona más importante del rostro. Lo enmarcan, le dan realce e inconscientemente, captan la atención inmediata de quien nos mira. Por eso debemos poner especial cuidado en cómo las maquillamos o depilamos. ¡Y tener mucho ojo con los siguientes errores, para que no terminen torturándonos!
1. Modificarlas dramáticamente: Cada ceja tiene la forma precisa y perfecta para nuestro tipo de rostro. Literalmente, fueron hechas para nosotras, siguiendo las líneas que mejor nos acomodan. Es por ello que si deseas modificar su forma de modo radical, estarás haciéndote un flaco favor. Obsérvalas, acéptalas y piensa qué pequeños detalles ameritan ser corregidos, pero no pretendas cambiarlas. Además, ten presente que - al igual que el río - siempre volverán a su curso.
2. Depilarla: Hace un tiempo, hubo un boom de prescindir de este sensual marco del ojo. Convengamos en que los resultados de esta tendencia no fueron precisamente agradables ni dignos de imitarse. Es un cambio impactante y el rostro se ve mega extraño, además de perder fuerza y suavidad. ¡Tú no lo hagas!
Recuerda que la tendencia actual apunta a las cejas pobladas, y las modelos más cotizadas del momento respetan la forma de sus cejas. Su éxito no es en vano. ¿Te animas a seguir su ejemplo? ¡Te aseguro que amarás los resultados!