Mi abuelita paterna, de sangre italiana, era colorina. Su pelo flamígero no era (ni lo es hoy) común por estos lados, donde la mayoría tenemos el pelo castaño o negro, y digo tenemos, porque lamentablemente no heredé su hermoso pelo, sólo unos leves reflejos que en nada se comparan con su linda cabellera naranja. Y cada cierto tiempo me miro y pienso lo mucho que me hubiese gustado heredarlo, pero mi papá salió moreno, y su hermano menor, rubio. La verdad es que la genética fue muy aleatoria en ese lado de mi familia, lo cual me ha llevado a preguntarme qué pasa con los colorines, porqué son tan escasos y si es verdad que están en peligro de desaparecer. Veamos.
Hace un tiempo, un estudio inglés aseguraba que los colorines se estaban extinguiendo debido al cambio climático. Los investigadores afirmaban que el color de cabello de los escoceses (de donde proviene la mayoría de los pelirrojos) era una respuesta al clima nublado de Escocia, pero hace un tiempo, el medio estadounidense The Washington Post aseveró que estos supuestos no tienen una base real. En el artículo, el paleontólogo Rick Potts refutó la teoría de que existiese un solo código de mutación genética, explicando que son muchos los genes que inciden en el color y textura del pelo. Sin embargo, su origen es desconocido aún por la ciencia.
Según la National Geographic, los pelirrojos constituyen sólo el 2% de la población mundial, y están en extinción, estimando que para el año 2060 no quedaría ninguno. La explicación: hasta hace un siglo atrás, una piel pálida y un cabello rojo eran ventajas para la supervivencia humana: tener un cuerpo fotosensible que absorbiese la luz solar con rapidez, y de esta forma produjera niveles mayores de vitamina D, era ideal para la supervivencia en regiones específicas de Europa donde la luz solar no era muy potente. Pero hoy, con el cambio climático, tenemos más radiación ultravioleta, por lo que los pelirrojos están más expuestos a padecer cáncer a la piel y sus oportunidades de sobrevivir disminuyen.
Pero por otro lado está el tema genético. Las posibilidades de que dos personas colorinas tengan un hijo es remota, sin embargo, los codones específicos que causan el cabello rojo pueden permanecer inactivos en los gametos responsables del desarrollo embrionario directo. Esto quiere decir que siempre exisitirá la posibilidad de que los padres lleven el gen que produzca una guagua colorina, aunque ninguno de ellos muestre la expresión fenotípica de esos genes. Esto quiere decir que si bien yo ya no tengo ninguna posibilidad, podré quizá tener un hijo (o un nieto) con el cabello encendido y las pecas de mi abuela.