Y a mí que me encanta el invierno tengo que resignarme. Se viene septiembre y de ahí a las chalitas, ballerinas y pie pelado hay solo un paso. Nada que hacer, salvo prepararse para sentirnos bien y vernos increíbles.
Y es aquí donde más allá del gimnasio, las dietas, la depilación quiero centrar la atención en nuestros adorados pies. Sí, los mismos que necesitan más que una crema hidratante por lo mucho que se resecan.
Porque las durezas, piel muerta y grietas son pan de cada día para ellos, es que necesitamos soluciones drásticas para cuidarlos y luego, mantenerlos durante toda la época de calor. Así que, vamos abriendo el botiquín para sacar todo eso que necesitamos para el mejor peeling en casa.
Materiales:
10 a 12 aspirinas
1 crema muy untuosa (yo usé Pielarmina. La de sobre azul, esa bien clásica, económica y muy hidratante).
Dos bolsas de plástico pequeñas (ahí apelo a la creatividad de cada una, pueden ser guantes quirúrgicos u otra cosa que obedezca a las siguientes características: Que esté sellado y que sea plástico).
Cinta adhesiva (masking tape es la mejor opción, porque es firme, no se humedece y tampoco irrita).
Calcetines gorditos y calientitos.
Pies a la obra:
- Lava tus pies con agua y jabón y sécalos muy bien.
- Muele las aspirinas hasta que quede un polvillo fino.
- Mezcla la crema y las aspirinas en un pote, hasta que todo esté completamente integrado.
- Aplica generosamente la mezcla en un pie primero y luego en el otro. – cuando digo generosamente es que no escatimes y que todo el contenido alcance a ambos pies.
- Pon la bolsa, el guante o tu invento plástico y sellado a modo de calcetín y ajústalo a tu pierna con la cinta adhesiva (dale unas dos vueltas para que no se salga, pero no aprietes demasiado para que no te incomode). Yo utilicé el siempre maravilloso plástico Alusa (ese plástico que sirve para absolutamente todo), esto porque se adhiere a la piel, no molesta, en realidad casi ni se siente.
- Ponte los calcetines.
- ¡A dormir! Cuidado con esas caminatas nocturnas hacia el baño o a la cocina. Porque aun con calcetines puestos, el pie tiende a resbalarse y no queremos lesiones con tan bellos pies ¿no es así?.
Al día siguiente, lava tus pies como siempre e hidrátalos bien. ¿Qué sucederá? Al día siguiente nada, pero tras siete a diez días (puede ser un poquito más o menos) comenzará a desprenderse la piel muerta – tal como pasaba con las quemaduras de sol cuando éramos chicas. ¿Recuerdan? – el proceso durará unos tres o cuatro días, en el que tienes que retirarlos e hidratar los pies todas las noches. ¿El resultado? Tendrás unos pies de bebé sin salir de tu casa.
¡Ojo con las impacientes! Dejen que el proceso sea natural y no caigan en la tentación de hacerse otro y otro peeling. La piel toma su tiempo para renovarse. Lo que sí pueden hacer es hacer sudar la piel a diario, para que el desprendimiento se realice más rápido, pero nada más. Posterior al desprendimiento de piel muerta de nuestros pies, es importante realizar una rutina de belleza, para mantener su suavidad y prolongarla, hidratándolos periódicamente.
La explicación: El ácido salicílico, es uno de los utilizados para los peeling en centros de estética. En su estado puro y en mínimas cantidades, retira la piel muerta, acelerando su proceso de renovación. En el caso de esta receta, el tiempo de exposición y la cantidad generan un golpe un poco más agresivo – pero igualmente seguro – para sacar de nuestros pies todo aquello que está dañado, para dar paso a una nueva pie.