¿Ha ocurrido que tus uñas, antes hermosas, vayan adquiriendo paulatinamente un poco sentador tono amarillento? Tranquila, probablemente esta condición sea consecuencia del uso reiterado de esmaltes. Y claro, como no queremos exhibirlas en ese estado, seguimos pintándolas, generando un círculo vicioso inacabable.
¿Por qué ocurre esto? Pues debido a que el esmalte cubre la uña y dificulta su respiración. Además, ciertos ingredientes en la fórmula - tales como la queratina - agreden las uñas, tornándolas de este infame color. Otros factores que causan efectos nefastos son las uñas postizas o gel. En el primer caso, el pegamento utilizado las maltrata y daña, mientras que el gel imposibilita la transpiración, debilitándolas y escondiendo enfermedades, como los hongos.
Para evitar la incidencia de este problema, corta tus uñas y procura tenerlas una temporada sin esmaltar. Además, procura llevar una dieta rica en vitaminas, proteínas y minerales, que las fortalecerán.
Y tú, ¿de qué manera cuidas la belleza de tus manos?