Una de las cosas que las mujeres queremos tener y conservar por la mayor cantidad de años posible, son nuestros glúteos. pedimos con todas nuestras fuerzas que el tiempo no se ensañe con ellos,que los mantenga en su lugar y no se aplanen ni tampoco crezcan demasiado,o se llenen de celulitis. En los medios circulan muchas técnicas, cirugías y métodos para levantar, aumentar etc. Las inyecciones son una forma de aumentar el derrière pero… ¿sabemos qué son? Veamos…
Primero que todo, saber que la inyección es un procedimiento médico en el cual se inyecta una substancia (nuestra propia grasa) en las nalgas para agrandarlas. En Estados Unidos, el único método aprobado por la FDA es el Brazilian Butt Lift (algo asi como levantamiento brasileño de nalgas) y sus versiones personalizadas, en donde se quita grasa a través de la liposucción de otras partes del cuerpo y se transfiere a los glúteos, para abultarlos. Sería como matar dos pájaros de un tiro, te quitan lo que te sobra y lo ponen donde falta. Genial ¿o no?
Hay otras substancias que se están utilizando, pero que en Estados Unidos están prohibidas (silicona, colágeno) que pueden incluso causar la muerte.
Ahora nos preguntamos ¿en qué se diferencia el método brasileño con los implantes de nalgas? Primero, que estos últimos constituyen un riesgo mayor por la zona por la cual se insertan estos implantes (se introducen por el surco interglúteo, es decir, por la raya, para que nos entendamos) porque se corre peligro de ruptura de la incisión. Además hay que tener en cuenta que estos implantes sólo añaden volumen, a diferencia de las inyecciones, que también dan forma. Y los resultados pueden ser desastrosos, si no me creen, vean este video (les advierto que es un poco fuerte). Los implantes de glúteos se diferencian de los de mamas porque están hechos de silicona sólida, mientras que los de senos son de silicona líquida. Muy por el contrario a lo que sucede con las inyecciones de grasa, que nos permite una remodelación completa del cuerpo sin introducir objetos extraños, los glúteos se sienten suaves, el resultado es mucho más natural y el porcentaje de éxito en la intervención es mucho mayor.
Otra cosa que es positiva sobre este método es que la grasa no se mueve a otras partes del cuerpo, sin embargo, parte de esta grasa inyectada es rechazada por el cuerpo (entre un 20 y un 25%) y se elimina por la orina. Luego de este proceso, que puede durar unas 6 semanas, podremos ver el resultado final.
Las personas ideales para realizarse este procedimiento son aquellas con un ligero sobrepeso, ya que las obesas se arriesgan a tener complicaciones en la cirugía, y las muy delgadas no tienen mucha grasa que traspasar).
Las inyecciones, como todo procedimiento quirúrgico, tienen riesgos, en este caso el riesgo está en que por accidente se llegase a inyectar un vaso sanguíneo con grasa y bloqueara una arteria, pero eso rara vez pasa. El tiempo de recuperación evidentemente depende de cada cuerpo y de la cantidad de grasa removida y transferida, pero en general se esperan unos 10 días de incomodidad. Tengo una amiga que se lo hizo y me aseguró que lo que más le dolió fue la liposucción. Puedes tomar calmantes recetados por el médico en caso de dolores muy fuertes.
De los costos podemos decir que oscila entre los 2,5 y los 4 millones de pesos, pero claro, eso depende del médico, el lugar, etc.
Personalmente, y como conclusión, creo que mientras se pueda evitar la cirugía, hay que hacerlo. Si sientes que tu traste es plano, o flácido ¡haz ejercicio! Intenta primero las soluciones naturales disponibles, y por ningún motivo pienses en los implantes, que como ya vimos, pueden resultar desastrosos. Insisto, mientras más natural mejor.
Vía: Thecut