Mantener la cara limpia parece cosa sencilla, y muchas se conforman con lavarla en la mañana antes de salir. Sin embargo para llevar a cabo el aseo correcto de nuestro rostro, hay que dedicar el tiempo necesario, sabiendo lo importante que significa este ritual en la salud de nuestra piel.
* Para empezar, debemos tener claro que es necesario lavarnos la cara en la mañana y sobre todo en la noche, que es cuando más sucia está luego de todo un día de ajetreo. Para esto, primero debemos lavar bien nuestras manos, con algún jabon antibacterial o similar.
* Antes de lavar, y en caso de haberte maquillado, quita con un tónico desmaquillante los restos antes de la limpieza.
* La cara la debemos lavar con agua tibia para abrir los poros. Recuerda que la temperatura es importante, si la lavas con agua fría se cierran y si utilizas agua muy caliente se resecará la piel.
* No podemos lavar nuestra cara con cualquier jabón. La mayoría de los jabones comunes del mercado dejan residuos, y son muy fuertes, debemos usar un jabón especial para el rostro o jabón de glicerina neutro, aunque lo mejor es utilizar un limpiador especial, el cual aplicaremos con un algodón o con las yemas de los dedos, masajeando suavemente.
* Finalmente, lavamos el rostro con agua fría para cerrar los poros, y sequemos con una toalla limpia, y suave, frotando delicadamente.
Ten en cuenta estos pasos y no dejes de hacerlo, pues hacer un aseo profundo diario a nuestro rostro es tanto o más importante que las cremas u otros tratamientos que apliquemos para preservar la belleza de nuestra cara.