Muchas hemos escuchado que no es bueno utilizar productos de belleza que incluyan alcohol o perfume pero ¿sabemos realmente la razón? Es casi un mito urbano que los productos con demasiados químicos tienen efectos secundarios dañinos para nuestro organismo, pero en relación a los que se utilizan directamente con alcohol y perfume ¿Cuáles son las consecuencias?
Diversos estudios científicos han tratado de explicar los motivos por los cuales el alcohol y los perfumes son perjudiciales en los productos para la piel, de las razones esgrimidas seleccionamos algunas de las más certeras.
1. La piel necesita un respiro de los productos químicos: a diario, invadimos nuestro cuerpo y rostro con cremas perfumadas, lociones con alcohol, tratamientos contra estrías o líneas de expresión. Siendo así, nuestro cuerpo y rostro necesitarán un respiro de todos ellos. Para desintoxicarse, purificarse y renovarse. Volver, de vez en cuando, a lo natural y andar a cara lavada por la vida siempre será beneficioso para todas.
2. El alcohol produce efectos contrarios a los prometidos: en algunos casos ciertos productos -como cremas perfumadas- que prometieron disminuir las líneas de expresión y en la práctica las aumentaron. O cierto shampoo que contenía alcohol, aseguró que daría más brillo y vitalidad a tu pelo, pero semanas después solo lograste descubrir que dejó más opaco tu cabello de lo que lo tenías.
3. La piel rechaza, casi innatamente, productos que no sean naturales: desde que nacemos, nuestra piel, y por supuesto, nuestras células tienen vida propia están acostumbradas a lo natural, a no ser invadidos por productos externos como cremas y maquillaje. Cuando esto sucede, el organismo activa algunos mecanismos de defensa y rechaza estos productos. Es así como aparecen las alergias, las erupciones en la piel y, a veces, la hinchazón. Todos ellos síntomas de que nuestro cuerpo no desea recibir estos elementos "contaminados" con estos químicos.
Existen muchas más razones por las cuales no es recomendable utilizar productos químicos ni perfumados en nuestro cuerpo, pero más allá de seguir enumerándolas, el llamado es a escuchar a nuestro propio organismo y saber interpretar las señales que él nos entrega a diario. Si el cuerpo no está a gusto con algún producto que utilizaste, te sentirás incómoda, con picazón y, seguramente, más extraña de lo normal. Si es así, es porque él te está pidiendo a gritos que no utilices más ese producto en particular. Y créeme, mejor hazle caso, después de todo él, mejor que nadie sabe, lo que es bueno para ti.
Imagen CC Baltazar Vischi