Las mujeres japonesas se han caracterizado por dos cosas en el mundo de la belleza: su contextura delgada y sus rostros impecables de porcelana. Pero ¿cómo logran mantener un cutis perfecto? A pesar de las miles de cremas antiarrugas y los muchos tratamientos de belleza que encontramos en el mercado, ellas prefieren descartar los químicos y seguir una tradicional receta de sus antepasados.
El agua de arroz es el ingrediente principal de su secreto, que les mantiene la piel sin manchas, granos e imperfecciones, y hasta les otorga blancura, con el paso del tiempo.
Para prepararlo, necesitas estos ingredientes:
- 2 a 3 cucharadas de arroz sin procesar
- 1 cucharada de leche caliente
- 1 cucharada de miel
Preparación:
Debes poner el arroz en una olla con agua fría y calentarlo poco a poco, hasta que el arroz se ablande. Luego lo cuelas, sin botar el agua, y dejas el arroz en otro recipiente. Finalmente, enjuaga el arroz y añade una cucharada de leche caliente. Remueve hasta que esté bien mezclado y agrega una cucharada de miel.
Aplicación:
Utiliza una cantidad generosa sobre tu piel limpia. Luego de media hora, retira con cuidado la mascarilla y enjuaga tu rostro con el agua del arroz.
Esta técnica milenaria también tiene otros beneficios, pues ayuda a reafirmar la piel y a reducir el tamaño de los poros, gracias a sus vitaminas, minerales y antioxidantes, que además, tienen un efecto anti-inflamatorio en la piel.
Fuente: Medicinas naturales
Imagen CC kaybee07