El embarazo constituye una de las etapas más luminosas en la vida de una mujer. La gestación de una vida en tu interior es una experiencia ¡mágica y maravillosa!, de la cual atesoras cada detalle. El único “pero” - que no te gustará conservar como recuerdo - son los problemas dermatológicos y capilares que genera, así como también esas desagradables grasas extra. En el postparto, evaluamos el estado de nuestro cuerpo y por lo general, no parece alentador. Pero ¡no te preocupes!, ya que en idBelleza te contamos qué hacer para eliminar toda afección que altere tu momento radiante.
1. Flacidez: Aún cuando pertenezcas al privilegiado porcentaje de féminas que sólo engorda los 9 kilos de rigor, lo más probable es que las variaciones en tu peso te provoquen flacidez. Este problema se localiza principalmente en abdomen y zona lumbar, acompañándose de la pérdida de elasticidad. Para tonificar, es necesario que realices una rutina de ejercicios (recomendados por tu ginecólogo), complementando con el uso de una crema reafirmante.
2. Celulitis: Una enemiga silenciosa, que avanza en silencio y se acentúa tras el parto. En cuanto surjan los primeros indicios, debes aplicar anticelulíticos de buena calidad o una crema hidratante, cuando menos 2 veces al día. Sé constante en esta rutina y elimina de tu dieta las grasas saturadas. Si el problema no mejora, recurre a un especialista.
3. Pecho: La piel de esta delicada zona es la que más padece con el embarazo y lactancia. Los pezones pueden agrietarse, para lo cual debes utilizar crema de matico, que es natural y tiene efecto cicatrizante. Consulta con tu médico de cabecera sobre la incorporación paulatina de reafirmantes de senos en tu rutina de belleza e incluye dos ejercicios al día que fortalezcan los pectorales.
4. Rostro: Es importante que durante este periodo no olvides tu rutina de limpieza, exfoliación e hidratación. Sabemos que entre cambiar pañales y dar pecho a tu retoño es poco el tiempo que queda para ti; pero es imprescindible que busques el momento. Una piel bonita, uniforme y resplandeciente contribuirá a que tu autoestima se mantenga ¡en alza!.
Otro acontecimiento “dark” que opaca la felicidad del parto es la aparición de manchas en tu cara, las que suelen aparecer en el embarazo. Éstas reciben el nombre de “cloasma gestacional”, localizándose en la frente, mejillas, mentón y bozo. Una vez que ya tienes a tu bebé entre los brazos, éstas tienden a atenuarse de manera progresiva. No obstante, si esto no sucede, utiliza cremas que contengan ácido glicólico o láctico en la mañana. Esto te ayudará a despigmentar tu cutis. En la noche, lava tu rostro con geles para piel mixta que contengan ácido salicílico o peróxido de benzoilo.
5. Cabello: Es otro punto al cual debemos dar prioridad. El pelo sufre durante el embarazo, pues tu bebé está absorbiendo todos los nutrientes que le proporcionas en la comida, más los que extrae de tu propio cuerpo. En la etapa de lactancia sucede igual, ya que la producción de leche materna echará mano a los recursos de tu organismo. Como muestra de misericordia para con tu cabello durante estos procesos, procura mantenerlo limpio, con un corte favorecedor y aplicar dos veces por semana una mascarilla extra hidratante.
6. Estrías: Para atenuar las que surgieron durante el embarazo, la radiofrecuencia queda ¡ideal!, ya que tonifica, contribuyendo en la formación de colágeno y elastina. Este tratamiento no sólo reafirma, reduce la flacidez y mejora la elasticidad de la piel, sino que además permite eliminar esos kilos extra que te dejó la bella experiencia de gestar vida. También puedes utilizar cremas que entre sus activos contengan centella asiática, aceite de jojoba y vitamina. Estos compuestos contribuyen a humectar y mejorar la cicatriz dejada por la estría en la piel.
La lactancia es una maravillosa etapa, de profundo apego con tu bebé. Disfrútala en el esplendor de tu vida, sin que las preocupaciones en torno a la belleza te consuma. Sigue estos útiles tips y ¡vive en plenitud tu maternidad!
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