Hay montones de razones por las que andar en bicicleta es una excelente opción. Personalmente, me encanta la libertad que mi cleta me da al andar por la ciudad, sintiendo el aire fresco en la cara y sabiendo que estoy ahorrando mucho dinero, ayudando al medio ambiente y además haciendo ejercicio casi sin darme cuenta.
Por supuesto, parte importante de hacer un viaje en bicicleta placentero es la seguridad, por lo que el casco es una de esas cosas que simplemente no te puede faltar, lo cual a su vez nos lleva a una situación incómoda, en especial para nosotras las mujeres: nuestro cabello.
Diariamente hago un viaje de 11 kilómetros hasta mi trabajo, o sea que transpiro bastante, especialmente en verano, y, como no me gusta llegar a la oficina sudando a chorros y con el cabello aplastado y desordenado, el casco representa un problema. Pero después de al menos unos dos años andando en cleta a todos lados por fin he ido encontrando las mejores maneras de proteger el cabello de los estragos que hace el casco. Se las cuento a continuación.
Tengo el pelo bastante largo, con mucho volumen y textura, lo cual en este caso funciona un poco a mi favor. Si tu situación es diferente, te sugiero agregar algo de volumen a tu pelo usando un fijador. Lo primero que deberás hacer antes de salir es echar bastante fijador con la cabeza hacia abajo.
Si tienes el pelo corto la manera más fácil de sostenerlo y evitar que se aplaste bajo el casco es enrollándolo en el tope de tu cabeza. Si tienes el pelo largo, esto se hará más difícil, ya que notarás que el casco queda flotando sobre tu cabeza. La mejor opción en este caso son las trenzas. Mis preferidas son las que yo llamo "de campesina", ya que son súper fáciles y al dejarlas un poco sueltas hacen que - una vez que las desate - mi cabello quede con unas lindas ondas.
Para esta trenza lo que debes hacer es dividir tu cabello en dos, trenzar hasta las puntas y luego cruzarlas una por encima de la otra para asegurarlas en el tope de la cabeza con un gancho. Este peinado lo uso mucho por sí solo, ya que es súper lindo y fresco, además de fácil de hacer, pero cualquier otra trenza cumplirá la misma función: proteger tu cabello y evitar que mueras de calor bajo el casco.
Una vez que tu pelo esté bien recogido y ajustado, lo siguiente será cubrirlo con un pañuelo de seda o alguna tela suave similar a esta. Eso, para evitar que el roce entre el interior del casco y tu pelo dañen a este último y te dejen con una cabeza llena de frizz.
Ahora, ponte tu casco y disfruta tu paseo. Si sudaste mucho en el camino, puedes sacarte el casco cuando estés a unos 5 minutos de llegada a tu destino. Lo que yo hago en este momento es soltar mi cabello y recogerlo en un moño alto, despegándolo del cuero cabelludo con mis dedos y dejando el moño lo suficientemente suelto como para que el viento me refresque un poco antes de llegar mientras camino el último tramo hacia mi oficina o donde sea que vaya, además de ayudarme a recuperar el volumen perdido.
Si notas que aún así a tu pelo le hace falta un toquecito, te recomiendo el shampoo en seco (el talco también sirve). Aplica este en tus raíces y peina tu pelo con los dedos, eso le devolverá la forma y secará cualquier remanente de sudor. También, mantén siempre en tu cartera algunos ganchos y colettes para poder arreglar cualquier otra situación que surja al último minuto. Así mismo, si vas a hacer un viaje muy largo o hace mucho calor, aplica un poco de antitranspirante en tu nuca y frente, sellándolo con un poco de polvos sueltos para evitar sudar tanto.
Ahora que ya sabes todo esto, no tienes excusa para no utilizar el casco y asegurar que tu viaje salga perfecto.