Ya conocimos todos los beneficios y propiedades que tiene el aloe vera. Pero también es importante saber de qué manera podemos aplicarlos en nuestra piel y organismo, disfrutando al máximo su potencial.
Si tienes la hoja, basta con que cortes un pedacito no más grande de cuatro dedos. Puedes abrirlo y el gel que está ahí debes aplicarlo directamente a la piel. Es muy baboso, pero sirve para hidratar y suavizar el cutis. También puedes aplicarlo en zonas afectadas por las estrías y por cicatrices. Esta es la manera más directa de utilizar la hoja. Sin químicos ni productos intermediarios.
De una hoja grande puedes cortar varios pedazos y utilizar uno cada día. Los pedazos no deben ser demasiado grandes, ya que el gel rinde mucho por su manera fácil de esparcirse.
Otra manera de maximizar su uso, es bebiéndolo. Aquí es importante sólo beber el gel de la planta y dejar fuera la capa amarilla, que le da un sabor amargo. En un jarro lo mezclas con el jugo de un limón y agua. Puedes beberlo de manera constante durante el día. Ve reemplazando el limón por chía u otra fruta para no aburrirte del sabor.
¿La vas a usar?
Imagen CC Sarangib