Los días cálidos ya están aquí, el verano se acerca y por lo mismo nuestro rostro sufre: se enrojece, transpira en exceso y comienzan a aparecer granitos.
Ningún maquillaje es 100% adaptado al calor, por lo que es común que sombras, delineadores y máscaras de pestañas nos vayan entregando un look "mapache" durante el día, así como que la base se corra o simplemente se evapore. ¿Cómo evitamos esto?
Lo principal es cubrir la cara con un buen protector solar, indispensable con los niveles de radiación solar que hemos experimentado en estos últimos años. Luego de eso, es preferible prescindir de la base o aplicar una en formato BB o CC cream, esparciéndola muy bien con los dedos hasta que se absorba por completo. En mi caso, preferí comprar un bloqueador solar con pigmentos, ya que así no me expongo a que el maquillaje quede como un "estuco" encima.
Para los ojos, lo ideal sería probar colores más naturales, alejarse del negro y los grises, intentando con damascos, dorados o pálidos.
Para sellar todo, lo mejor es andar en la cartera con un buen polvo translúcido y papel tissue, para absorber el exceso de sudor o brillo en momentos clave (como salir del metro en horario punta o cuando estamos en recintos calurosos sin aire acondicionado).
Ahora, si saliste sin maquillaje y necesitas reparar tu piel enrojecida por los efectos del sol, te recomendamos la manteca de karité, un excelente aliado de nuestra piel en estos meses del año. Una buena opción es la manteca de karité Argán, para piel reseca, codos, rodillas, pieles deshidratadas y labios partidos. Consejo: aplica cada noche sobre la piel de pómulos, contorno de ojos o donde necesites hidratar y proteger correctamente.
Imagen CC Viola's visions