Por más bacán que sea ir a la peluquería a que te consientan, te hagan masajes, tratamientos y te dejen el pelo precioso, el bolsillo no siempre colabora con nuestros deseos. Sin embargo, lo que quizás no sabías es que son varios los procedimientos de salón de belleza que tú misma puedes hacer desde la comodidad de tu casa, sin gastar nada de dinero extra y ocupando algunas cosas que probablemente ya tienes a tu disposición.
1. Tratamiento de hidratación:
Una de mis cosas favoritas al ir a la peluquería son los tratamientos y ampollas de hidratación. Me encanta que me masajeen la cabeza, dejando mi pelo suave y hermoso, pero lamentablemente estos tratamientos son bastante caros, así es que poco a poco he ido probando e inventando la manera de hacérmelos yo misma. Este es uno de mis favoritos.
Lo único que necesitarás será mezclar en un pocillo 1/4 de taza de leche de coco, 2 cucharadas de aceite de coco y 3 de yogurt griego. Aplícalo bien en todo tu cabello, masajea el cuero cabelludo para que la mezcla penetre mejor y déjalo actuar al menos una hora antes de enjuagar, lavando tu pelo como siempre lo haces.
2. Tratamiento de brillo extremo:
Para darle a tu cabello un brillo extra, lo mejor es el vinagre de manzana. Esta mascarilla se hace muy fácil: 1/4 de taza de vinagre de manzana, la ralladura de 1 limón y listo.
Lo mezclas bien, lo echas en tu pelo y dejas reposar por 15 minutos antes de lavar. Verás que tu cabello queda muy limpio, brillante y sedoso (no te preocupes por el olor, el del vinagre se evapora al secar y tu pelo quedará con un rico olor a limón).
3. Cortar tu propia chasquilla:
Cuando tienes chasquilla te das cuenta de lo verdaderamente rápido que puede crecer tu pelo, y sabemos bien que no es fácil ir con tanta frecuencia a la peluquería, así que aquí te enseño cómo cortarla tú misma.
El primer paso será separar la chasquilla del resto de tu cabello, el cual debe estar seco para así poder apreciar de verdad el largo con el que quedará.
Una vez hecho esto deberás peinarla bien con un peine de cerdas finas. Ahora tómala entre tus dedos y dale una vuelta. Para cortarla es necesario que utilices tijeras especiales para cortar cabello, las cuales puedes encontrar en tiendas como Pichara o PreUnic a precios bastante accesibles. Ni se te ocurra cortar tu pelo con las mismas tijeras que usas en la cocina o para cortar papel, estas no tienen el filo suficiente y sólo dañarán tu cabello, dejándolo disparejo.
Entonces, lo siguiente que deberás hacer es tomar las tijeras y cortar en dirección horizontal. Te recomiendo que no cortes demasiado a la primera, sino que vayas probando y ajustando el largo. Esto, con tal de evitar que se te pase la mano y luego tengas que hacer malabares para ocultar el desastre.
Una vez hecho esto, peina tu chasquilla hacia abajo como haces normalmente y ve cortando y ajustando el largo de a poco hasta que quede como quieres.
4. Cortar tus propias puntas:
Una vez más necesitarás tu tijera especial para esto. Empieza con el cabello seco dividido en cuatro partes iguales, sujeta el tope con un gancho, separando y desenredando bien la parte de abajo.
Lo primero será tomar un pedazo de cabello, que puede ser de unos 2 a 3 centímetros de ancho y darle vueltas. Todos esos pelitos que quedan por fuera son puntas partidas, las cuales puedes ir removiendo y cortando con la tijera de arriba a abajo.
Ahora continúa con las puntas: desenreda una vez más tu cabello y toma entre tus dedos índice y medio la parte que deseas cortar. Así como con la chasquilla, empieza cortando sólo un poco.
Para cortar, coloca la tijera en diagonal y ve sacando largo de a poco. Esto para evitar que tus puntas queden con un corte muy recto el cual se vería feo y le quitaría naturalidad a la forma de tu pelo. Cuando termines con un mechón de cabello sigue los mismos pasos con el siguiente y así hasta que te hayas deshecho de todas las puntas partidas.
5. Brushing en casa:
Para un brushing casero deberás empezar con tu pelo ya 80% seco, puesto que la idea es moldear y no quemar ni dañar tu cabellera. Aplica antes de secar tu crema de peinar o mousse preferido. Separa tu pelo en dos partes por sobre la línea de las orejas, sujetando el tope con un gancho mientras vas secando el resto.
Necesitarás, además del secador, un cepillo redondo para dar forma.
Toma el primer mechón y cepíllalo bien; enrolla las puntas hacia adentro en el cepillo y empieza a pasar el secador a temperatura media alta por encima del cabello, moviendo tanto este como el cepillo de arriba a abajo hasta que el pelo esté seco. Ahora haz lo mismo con el resto y al terminar, separa el cabello seco y anúdalo con un collette.
Ahora viene el tope. Aquí lo que tendrás que hacer será, una vez más, separar tu cabello en mechones - los cuales tomarás desde las puntas con el cepillo -, y con tu cabeza bien inclinada hacia abajo, irás pasando el secador por encima hasta que se seque todo.
Una vez listo, echa tu cabeza y todo el pelo hacia atrás y pasa el secador por encima, mientras vas cepillándote siempre hacia atrás.
En mi caso, me gusta cómo se ve mi pelo con algunas ondas sueltas en las puntas, así que para lograr esto tomo el cepillo y enrollo en él las puntas alternando de afuera hacia adentro, dándoles forma con el secador poco a poco.
Al terminar, cambia la temperatura del secador a aire frío y péinate como te guste. El aire frío ayuda a sellar el peinado y mantenerlo por más tiempo. Por último, aplica un poco de bálsamo en puntas y medios para darle brillo al pelo y ¡sal a alardear de tus nuevas y útiles habilidades!