Luego de probar la exquisita fragancia de la pulpa hidratante de manos Ekos Castaña, de Natura, quise que ¡todos! mis productos de belleza olieran a este deleite de dioses. El aroma - que evoca un delicioso chocolate relleno con crema de almendras -es para delirar. Simplemente, te obsesiona y - tal como pregona la marca - despierta tus sentidos. Por eso, perdí la cabeza con su fascinante perfume.
Razones tenía: la pulpa hidratante no sólo era un agasajo, sino que también se impregnaba rápidamente en la piel, sin dejarla grasa. Luego, probé el jabón. ¡Maravilloso! Hidrataba proporcionando una fantástica sensación de limpieza. Seguí con el perfume - o frescor - y, si bien el aroma no era tan intenso como en los otros casos, tampoco desentonó. Contenía la sensualidad que siempre busco en este tipo de productos. Pero con el shampoo sí reconozco que me caí un poco.
La fragancia, como siempre, es ¡de ensueño! Una podría perderse en ella y olfatearla todo el día, sin cansarse. El punto es cómo deja el pelo. Tengo tendencia al frizz, por lo que requiero de productos muy específicos para que mi cabello sea dócil y manejable. Condición con la que no cumplió este shampoo, ya que luego de aplicarlo parecía que hubiese metido los dedos al enchufe. Era la versión femenina de Papelucho (no en vano, a mi hijo sus amistades lo llaman así). Además, da muy poca espuma. Desconozco si esto es bueno o malo, pero personalmente la prefiero y en abundancia: de lo contrario, me parece que el shampoo no limpia y tiendo a abusar del producto, utilizando más cantidad de la indicada (el equivalente a una cucharita de té).
Otro punto en contra que tiene es que, al menos cuando lo compré, venía en una especie de “edición especial” que traía en su carátula datos de dónde eran extraídas las castañas, lo que impedía diferenciarlo de otros productos de la línea (como el jabón o el acondicionador). Mala idea. Ojalá la marca no la repita. Lo que sí debo destacar es la bonita presentación del frasco y la textura del shampoo: parece yogurt embotellado en vidrio. Dan ganas de comerlo. Se ve precioso y muy delicado, ideal para un regalo. Sólo por eso y por su aroma, lo dejé decorando mi baño. Pero ya no volveré a comprarlo.
De todas maneras, recomiendo calurosamente los otros productos de la línea (léase pulpas hidratantes y perfume o “frescor”) cuya calidad es insuperable, sumado a que su fragancia es ¡realmente exquisita! Si de todas maneras quieres probar el shampoo y formar tu propio juicio, puedes encargarlo a una consultora Natura por $4500 y $3600 el repuesto.