Elegir un shampoo es todo un tema para mí, ya que tengo el pelo muy graso, las puntas secas y además sufro de constante caspa nerviosa. Es por esto que cuando vi el comercial de Tío Nacho, supe que ésta podía ser mi solución: la publicidad hablaba de una “renovación” en el cabello y aparte que ¡lo aclaraba! Como no me tiño el pelo, pensé que podía ser bueno cambiar el tono, sin utilizar químicos.
Tras comprarlo, estaba ansiosa de probar. Llegado el momento, lo primero que hice fue leer exactamente qué compuestos tenía, ya que en el comercial sólo hablan de jalea real. Fue entonces cuando me enteré de que además contaba con manzanilla, extracto de ginseng, romero, semillas de trigo, tomate, etc. No puedo negar que también estaba un poco temerosa a quedar “rucia”, pero la curiosidad era mayor.
Tal como decía en las instrucciones, me apliqué una porción generosa. La verdad es que su olor no era el más rico, pero se notaba que carecía de químicos, ya que era un perfume orgánico. Echó bastante espuma, lo que me encanta, ya que siento que el masaje en el pelo es más suave. No tuve que hacer grandes esfuerzos para retirarlo completamente.
Después de salir de la ducha, me sequé el pelo para ver los resultados. La verdad es que no aclaró mi tono para nada, pero sí dejó mi cabello muy suave y mucho más brillante. En resumidas cuentas, el producto funcionó muy bien. De hecho, en el comercial decían que al primer lavado notaría los cambios y realmente fue así. Debo decir que quedé chocha con el shampoo.
Lo pueden encontrar en Maicao por $6.990. Si quieren tener un pelo hermoso, ¡corran por el suyo!