Buscando una nueva máscara de pestañas es que decidí probar la recién llegada marca Inglot. Cuando la compré, me comentaron que dentro de sus principales características estaba el dar volumen y ser resistente al agua, lo que encontré genial, ya que era justo lo que buscaba. Otra cosa que me enganchó fue que tenía un precio muy conveniente para el mercado, bordeando los $7.000. Y si te gusta ser más atrevida, también había variedad de colores como el café, morado y verde.
En mi primera prueba no pude notar mucho, pero con el correr de los días me di cuenta que no me gustaba para nada el producto. El cepillo no era el mejor, muy delgado y con pocos pelos, por lo que no cumplía mucho la función de dar volumen a las pestañas. Pero lejos lo que más me molestó fue que tenía un secado muy rápido y con eso lograba dos cosas imperdonables: que quedaran apelotonadas las pestañas y que el producto durara muy poco. Y eso que llevaba tan sólo una semana de usoo.
He probado muchas máscaras de pestañas y con esta tenía la ilusión que fuera buena, ya que había usado otros productos Inglot y habían funcionado perfecto, pero lamentablemente esta experiencia fue otra cosa. Para mí, aún sigue liderando la marca MAC en esta área - si tienes más dinero para invertir - y, para presupuestos más cortos, recomendaría Maybelline.